El último Bracken ~ Aeron Bracken

Capítulo 4

NO A LOS LECTORES FANTASMAS DEJAR UNA ESTRELLA Y UN COMENTARIO PARA AYUDARME

El miedo y la cobardía nunca han ido de la mano, puedes ser cobarde y todos los días intentar superar tus miedos o puedes ser valiente y nunca superar tus miedos.

Lamentablemente la princesa era la segunda, ya que por muy valiente que era para enfrentarse a las personas o aparentar no tener miedo, nunca fue capaz de enfrentarse a su mayor miedo.  Pero querido lector no te lo voy a decir ahora, eso lo dejaré que tú lo vayas descubriendo.

Yelena se encontraba en la salida del campo de entrenamiento junto a Bea, esperando a que su prometido saliera, pero al parecer este era más cobarde de lo que se esperaba.

-Para ser un Bracken, no tiene su valentía.

-Él es muy valiente señora.

-¿Señora?

La duda empezó a calcamer a la joven princesa mientras que analizaba a la criada.

-Lo siento, mi princesa.

-Que no se vuelva a cometer, retírate.

-Pero...

-Estás llenado en contra de una orden.

-¿Y si se pierde?

Yelena se acercó a la joven criada, sus rostros estaban muy cerca que sus respiraciones se mezclaban.

-Ya tengo a MI prometido cerca para guiarme , no te preocupes por mi preciosa.

Bea trago fuerte tras esas palabras, el miedo le acobardo por lo que con la cabeza gacha de retiro.

Yelena volvió su vista a su prometido, para volver a conectar miradas. La princesa la sonrió al joven, para que esté le devolviera una sonrisa tímida y así armarse de valor y acercarse.

-Mi princesa- dijo Aeron Bracken.

-Prefiero más mi prometida.

-¿Has tenido algún problema con Bea ? - comentó el joven Bracken nervioso mientras observaba el camino por donde se había ido la joven criada.

-¿Bea ? Que confianzas hay con las criadas.

Yelena se acercó al joven Bracken, levantando su cuello para conectar miradas . Sus manos fueron a la camisa del cuello mientras fingía que las arreglaba.

-No se que te habran contado sobre mi pero puedo afirmar que todo es verdad. Espero que también te hayan dicho que si hay algo que odio mucho son las amantes- con una sonrisa enredo su dedo en el pelo del joven-, recuerda tu posición y recuerda la mía, Aeron. Mejor llevémonos bien.

Lo ojos del joven se abrieron como platos mientras observaba a la princesa.

-Y-Yo jamás...

-Vamos a dar un paseo, me gustaría saber cómo es vuestro castillo- las palabras del joven fueron interrumpidas.

La joven princesa siempre fue la más atrevida de sus hermanos, no necesitaba alcohol que fluya en sangre o tener una corona como Aegon. Tampoco un dragón enorme como Aemond.

Simplemente necesitaba ser ella. Algo que se le prohibio desde pequeña.

-¿Como llevas lo de estar comoremitidos?

-Si eso ayuda a la causa de tu hermano yo aceptaré.

-Te lavaron el cerebro- dijo la princesa riendo-, no tienes pensamiento crítico para decidir.

-No es verdad, yo he decidido en qué bando estás.

La joven para su caminata por los campos del castillo, para observar al joven.

Aeron era bello, eso no lo iba a negar la princesa, además de que era alto, lo suficiente para su gusto, pero le faltaba algo.

Valentía.

-Yo no he tenido la oportunidad de decidir en qué bando estoy.

-¿No apoyas a tu hermano?

La joven suspiró para observar al cielo. Siempre podría ser peor, pero por qué no mejor, por qué debía aceptarlo y ya.

-No apoyo a nadie, apoyó el camino de la paz.

-Una mujer no puede gobernar.

-Una mujer tiene los huevos más grandes para hacer cosas que tú jamás podrías hacer.

La discusión fue interrumpida por el rugido de un dragón. El dragón de la princesa.

-Como montar un dragón.

Durísimo, pero más dura la carrera.

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