Capítulo 4

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Mi madre una vez me dijo que podía saber todo de mi y de mi estado de ánimo con solo ver mi habitación, pensé que se refería a si estaba ordenada es porque estaba bien, y cuando dejaba acumular la mugre es porque algo andaba pasando por mi mente.

Llevo más de dos horas sentado en el piso, revisando cada rincón de mi nueva habitación, descubriendo cosas del otro Felix que no tenía ni idea.

Pensaba que lo sabía todo de él, somos la misma persona, por así decirlo, hemos intercambiado vidas y creía que la única diferencia entre él y yo eran los mundos en donde nos tocó vivir.

Pero cada cosa en estas cuatro paredes me dice que no nos parecemos tanto, cada palabra escrita, cada palabra tachada; las cosas que guardaba a modo de recuerdo, entradas, fotos, cartas o pequeños objetos insignificantes para cualquiera; los libros acumulados, lo desgastados que parecen algunos y lo nuevos que se ven otros.

El otro Felix apreciaba a sus amistades, asistió a festivales con ellos, hay muchas fotos de diferentes momentos, cada una de ellas con pequeños mensajes en el reverso aclarando el contexto de la imagen. Hay una caja con recuerdos de diferentes viajes, brazaletes, collares, o el folleto de diferentes lugares a los que asistió.

«Yo no tengo recuerdos de eso»

—¿Por qué no? No parecen haber sido tomadas hace mucho tiempo. —Miraba las fotografías de la caja de recuerdos, las fechas escritas son de hace un año o dos.

«Él tomaba supresores casi todo el tiempo, causan una desconexión entre nosotros, como si me durmieran por varias horas y despertara cuando el efecto desaparezca»

—Antes dijiste que no puedes ver mis recuerdos, ¿tampoco podías ver los de él?

«Imagina que duermes un día, y cuando despiertas han pasado tres meses. Todo lo ocurrido en ese tiempo está perdido para mi»

Pude sentir las emociones de Omega, una mezcla de tristeza y decepción, puedo llegar a empatizar con él, ser parte de la conciencia de alguien que no desea compartir su vida. Resignarse a ser un observador que es dejado de lado la mayor parte del tiempo.

Algunas veces es difícil llegar a comprender qué es exactamente Omega, la razón de su existencia y la forma en la que puedo llegar a sentir sus emociones. Pero forma parte de mi ahora, mi vida es su vida también, mis decisiones afectan su estado de ánimo y eso regresa a mi influyendo en mis propias emociones.

—¿Qué hacía él cuando no tomaba los supresores?

«Estudiaba o miraba series. Cualquier cosa insignificante que ocupe su tiempo... Al parecer todo lo interesante lo vivía mientras no estaba presente»

Continúe revisando los cuadernos, habían diferentes anotaciones y dibujos esparcidos por las hojas. Cosas que no entiendo porque decidía conservar, cualquiera habría tirado a la basura los garabatos o las hojas tachadas y casi ilegibles. Pero vi una serie de cuadernos ocultos qué me llamaron la atención, eran todos iguales y tenían esa gordura característica de las hojas escritas de principio a fin, junto con diferentes papeles pegados a ellas.

—Es un diario.

Ojeaba las páginas viendo una fecha escrita en cada hoja, papeles pegados de dibujos que hacía o algún recorte de un libro, revista o lo que sea que concordaba con sus pensamientos. Todo un collage de sus propios pensamientos, sus temores, alegrías, tristezas y desgracias.

Omega mantenía silencio mientras inspeccionaba cada hoja, estaba igual de atento que yo en descubrir a este Felix desconocido para ambos.

«Todas las hojas sueltas de garabatos y cosas que no entendías porque guardaba, están aquí. Las pega en su diario para recordarlos en el futuro»

Nueva vida ¿¡Cómo omega!? [ChanLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora