PRÓLOGO

213 19 10
                                    

No debería estar haciendo esto. Me siento como un idiota, escondiéndome detrás de un arbusto como si fuera un adolescente torpe espiando a su crush. Espera, ¿qué? Eso sonó terriblemente acosador...Y Bradley no es mi crush.

Me detengo un segundo, consciente del ligero calor en mis mejillas. Las hojas del arbusto rozan mi piel, recordándome lo absurdo que es todo esto. Frunzo el ceño, tratando de justificarme a mí mismo. No es como si lo hubiera seguido hasta aquí a propósito. Solo lo vi por casualidad y...

¿A quién intento engañar? Sé exactamente por qué estoy aquí, escondido como un idiota, observando a Bradley. La pregunta es: ¿qué demonios estoy haciendo con mi vida? Pero es que él es tan...ugh, complicado. Las ramas me pinchan, como si el mismo arbusto me estuviera juzgando. Desde que dejó de ser un Gama y empezó a actuar raro, no he podido sacarlo de mi mente.

Un susurro cerca de mi oído casi me hace saltar.

- Max, ¿qué tanto estás mira-ando? - Ahogo un grito y giro bruscamente, mi corazón latiendo como loco. Al ver que solo son Bobby y PJ, intento calmarme. Carajo, qué susto.

- Bobby, cállate - Respondo, volviendo mi atención a mi objetivo. No puedo perderlo de vista ahora. ¿Dónde está su patineta?

- ¿Qué estamos viendo?- Insite PJ, su curiosidad evidente en su tono de voz.

- Max, esto es estúpido, vámonos - Seguro ya se dio cuenta.

- No PJ, estoy seguro de que está planeando algo.

- ¿Por? Ya no es un Gama - argumenta PJ, como si eso lo explicara todo.

- Pero está raro desde hace semanas y - comienzo a explicar, pero la mirada inquisitiva de PJ y Bobby me interrumpe.

- ¿Raro có-omo? - preguntó Bobby, cada vez más intrigado.

Me quedo en silencio por unos segundos, mi mente trabajando a toda velocidad ¿Qué les digo ahora? ¿Y si se dan cuenta de que...?

Antes de que pueda inventar una excusa, los ojos de PJ se abren como platos.

- Espera, espera, Maxi, ¿cómo sabes que está raro desde hace semanas?

Mierda. Me he delatado yo solo. Busco desesperadamente a Bradley con la mirada, pero ha desaparecido. Frunzo el ceño y me pongo de pie agarrando mi patineta.

- Ya se fue, me distrajeron- Gruño. Sin pensarlo dos veces, me subo a mi patineta y me alejo, dejando a mis amigos perplejos.

Mientras patino, mi mente no deja de dar vueltas. ¿Ahora a dónde va con tanta prisa? Primero se va a tomar café y se sienta a leer por horas. Por Dios, qué ñoño. Ni siquiera pude ver qué estaba leyendo y ahora, ¿qué? Ni siquiera trajo su patineta.¿Va a caminar hasta quién sabe dónde?

Me impulso con más fuerza con el pie izquierdo al doblar la calle y...¿Bradley? Trato de frenar, pero es demasiado tarde. Mi pecho golpea su espalda y ambos caemos al suelo.

¡No puedo creerlo! ¿Acabo de hacerlo caer? Primero le tiro café encima y ahora le caigo encima. Me levanto rápidamente, sintiendo el calor en mis mejillas.

- Ay no, lo siento, de veras lo siento, no quise...- Balbuceo, agarrando el brazo de Bradley para ayudarlo a ponerse de pie. Pero él empuja mi brazo, rechazando mi ayuda. ¿Estará bien su naríz? Eso debió doler.

Bradley se da la vuelta claramente furioso y, sí, su nariz está bien.

- ¡Puedes dejar de hacerme daño cada vez que me ves, novato!

- ¡Oye, fue un accidente! - Respondo, sintiendo cómo la culpa se desvanece rápidamente. Qué hombre tan irritante.

- Es que tú solo...aaaahg, ¿sabes qué?, ¡ólvidalo! - Gruñe Bradley, alejándose visiblemente molesto.

Me quedo ahí parado, viendo cómo se aleja. Bueno, eso fue...raro. Una pequeña sonrisa se asoma en mi rostro y levanto una ceja. A pesar de todo, no puedo evitar sentir...no sé. Pero es indudable que Bradley...sigue siendo muy gracioso cuando se enoja.

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿No les gustó?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿No les gustó?

Yo tenía que hacer esto, ¡Maxley es muy cannon!

¿Cuál fue su parte fav?

¿Lo van a continuar?

¿Qué creen que pasé después?

¡Nos vemos el próximo domingo!

- Sheccid.

GALÁN, DEJA DE JUGAR CON MIS SENTIMIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora