Capítulo 3: ¡Tú me coqueteaste! (EN EDICIÓN)

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Estoy de pie en la habitación de Bradley, mi corazón latiendo rápidamente mientras espero. PJ y Bobby están conmigo cerca de la puerta, vigilando el pasillo por mí.

— ¡¿Ya?! — Pregunto ansioso.

— ¿Ya qué? — Responde PJ, confundido.

— ¿Ya viene o no?— Insisto, la impaciencia creciendo en mi voz.

— Está hablando con una chica en recepción — Informa Bobby.

Siento una punzada en mi estómago.

— Descríbela.

— Pues...cabello ne-egro, piel pálida...— Comienza Bobby.

— Ya. — Lo interrumpo, tratando de ocultar mi inquietud.

— ¿La conoces?— Pregunta PJ, curioso.

— No, pero...— Dejo la frase en el aire, no queriendo revelar mis verdaderos sentimientos.

— ¿Estás celoso? — PJ me mira con una sonrisa burlona.

— Ya te dije que no. Solo dime cuando ya esté subiendo. — Respondo, irritado.

— ¿Y qué se supone que hagamos nosotros? — Pregunta Bobby.

— Solo vayan a la habitación cuando lo vean subir y no anden de chismosos. — Les instruyo, nervioso por lo que está por venir.

— ¿Por qué? ¿Habrá una sesión de besos intensos? — Bromea PJ.

— ¡No! — Exclamo, sonrojándome.

— Ya vie-ene — Anuncia Bobby de repente.

— Okay váyanse — Les digo rápidamente, mi corazón acelerándose.

— Suerte, Max — Dice PJ mientras se va.

— ¡Agarralo Tigre! — Añade Bobby con un guiño.

Me quedo solo en la habitación, respirando profundamente para calmarme. Me recuesto en una de las camas y agarro una revista para disimular. No tiene por qué saber que lo estaba esperando, aunque es un poco obvio pero ya qué. Segundos después, la puerta se abre de golpe y Bradley entra, sus ojos se abren con sorpresa y luego se entrecierran con irritación al verme.

— ¿Qué haces en mi habitación? Lárgate ya, novato — Me espeta Bradley, claramente molesto por mi presencia.

— ¿Por qué debería? — Respondo, tratando de mantener la calma.

— Estás llegando muy lejos Max — Advierte Bradley, su voz llena de frustración.

— No puedes echarme de mi habitación — Digo, revelando mi plan.

— ¿Qué? Esta no es...— Bradley parece confundido y enojado a la vez. — ¿Qué hiciste?

— Digamos que las demás habitaciones ya estaban ocupadas — Explico, sintiéndome un poco culpable por mi engaño.

— Max, literalmente vivían al frente con tus amigos ¿Te cuesta tanto dejarme en paz? — Bradley suena exasperado. Su cuerpo rígido se dirige a lo que sería "mi lado de la habitación". De repente, Bradley hace un movimiento brusco y todas mis cosas se encuentran en el suelo.

— ¡Oye! ¡Dejá eso! ¿Qué te pasa? — Exclamo, sorprendido por su reacción. — ¡Es una figura de edición limitada!

Le agarro el brazo, pero él trata de zafarse de mi agarre, me empuja.

— ¡No! ¿Qué es lo que te pasa a ti? — Lo miro confundido, abro la boca para decir algo pero sigue gritándome — ¡Ya no te aguanto!, quieres humillarme más de lo que ya has hecho, ya no quiero verte, ¡aléjate! — Grita Bradley, su voz llena de dolor y rabia.

GALÁN, DEJA DE JUGAR CON MIS SENTIMIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora