𝟶𝟷. 𝙻𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚏𝚘𝚝𝚘𝚜

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"Requerimos de su servicio

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"Requerimos de su servicio. 
Gimnasio escolar. Horario: Cinco a siete."

Miré el mensaje con desinterés, estiré mi cuerpo después de haber estado más de tres horas sentada. Desconecté la cámara del computador, tomé la gorra y una sudadera, y salí de mi hogar en dirección a la escuela.

Trabajo es trabajo.

Al llegar, traté de esconderme lo mejor posible hasta llegar a mi objetivo. Con cuidado, me fui acercando hasta la parte trasera del gimnasio. Allí se encontraba una pequeña ventana que me ayudaba a la hora de tomar las fotos necesarias, centré el lente en el lugar correcto y pronto se escuchó un "clic", indicando que la primera foto había sido tomada.

— Entonces... ¿Tobio-chan está en el Karasuno?

— Tal parece.

Guardé la cámara y me acerqué más a la ventana para escuchar mejor. Podría ser información valiosa para mí, incluso podría venderla si es lo suficientemente interesante. Ya había escuchado sobre Tobio Kageyama en mi anterior secundaria.

"Tal vez pueda vender algunas fotos si tiene fanáticas."

Me di un pequeño golpe en la cabeza tratando de reaccionar. Aun estaba mal que le tomara fotos a Oikawa sin que él lo supiera, pero el dinero era tentador.

— ¡Iwa-chan! ¿Qué tal si hacemos un partido de práctica contra el Karasuno?

Lo siguiente que escuché fue un golpe seco. Curiosa, me acerqué más a la ventana para ver lo que sucedía. Mis ojos conectaron con unos cafés en el momento en que pude ver el interior del gimnasio. Mi respiración se detuvo y mi rostro palideció. Estaba haciendo contacto visual con Oikawa Toru, me aparté lo más rápido que pude y comencé a correr con todo y mis debiluchas piernas, estaba acabada.

— ¡Oye! ¡Detente!

Mierda, mierda, mierda. Era lo único que pasaba por mi cabeza. Llegué rápidamente al parque más cercano de la escuela y me detuve unos momentos para poder respirar correctamente. No estaba acostumbrada a hacer ejercicio, y eso me estaba afectando justo ahora. Maldigo a mi yo del pasado por ser floja y esperar tener una increíble condición mientras se la pasaba acostada.

Miré hacia atrás y noté cómo ambos chicos estaban cerca de alcanzarme. Era obvio. ¿Qué esperaba yo, tratando de ganarle a dos deportistas en una carrera? cuando soy el ser con menos resistencia en todo el mundo.

Busqué rápidamente otra escapatoria. Me adentré más en el parque, tratando de pensar en una solución rápida.

"Vamos, Chihiro, eres lista. Tú puedes."

the broken hearts club  | toru oikawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora