El Juramento del Capitán

Capítulo 3: Revelaciones a la Luz de la Luna

Los días posteriores a la fiesta en *La Perla Negra* fueron tensos para Jimin. Evitar a Yoongi se había convertido en una tarea mental y emocionalmente agotadora. Aunque sus sentimientos por el capitán seguían siendo fuertes, la frustración y la confusión habían creado una brecha entre ellos.

Jimin pasó más tiempo con la tripulación, buscando distracciones en su trabajo y en las historias compartidas en la cubierta. Fue durante una de estas jornadas que conoció mejor a Erik, un joven marinero de cabello castaño y ojos verdes brillantes que había demostrado ser hábil con las velas y los nudos.

Una tarde, mientras Jimin ajustaba una cuerda en la proa del barco, Erik se acercó con una sonrisa amistosa.

-¿Necesitas ayuda con eso? -preguntó Erik, señalando la cuerda enredada que Jimin estaba intentando deshacer.

-Sí, gracias. Estas cuerdas parecen tener vida propia a veces -respondió Jimin con una risa suave.

Trabajaron juntos en silencio por un momento, hasta que Erik rompió el hielo con una pregunta.

-He notado que has estado un poco distante últimamente. ¿Todo bien? -preguntó Erik, su tono genuinamente preocupado.

Jimin suspiró, considerando la pregunta antes de responder.

-Sí, solo... cosas complicadas. Ya sabes cómo es la vida en el mar -dijo Jimin, intentando restarle importancia.

Erik asintió, comprendiendo.

-Claro, todos tenemos nuestros días difíciles. Si alguna vez necesitas hablar o simplemente un descanso de todo, aquí estoy -ofreció Erik con una sonrisa sincera.

Jimin se sintió reconfortado por la amabilidad de Erik. Durante los días siguientes, comenzaron a pasar más tiempo juntos. Compartían tareas, intercambiaban historias de sus vidas antes de unirse a *La Perla Negra*, y pronto se forjó una amistad sólida entre ellos.

Una noche, después de una agotadora jornada de trabajo, se sentaron juntos en la cubierta, mirando el cielo estrellado. Erik sacó una pequeña botella de ron y la ofreció a Jimin.

-Para calmar los nervios después de un largo día -dijo Erik con una sonrisa.

Jimin aceptó la botella y tomó un sorbo, sintiendo el calor del licor recorrer su garganta.

-Gracias, Erik. Realmente necesitaba esto -dijo Jimin, devolviendo la botella.

-De nada. A veces, un poco de compañía y una bebida fuerte son todo lo que necesitamos -respondió Erik, tomando un trago también.

Después de un rato de silencio cómodo, Erik miró a Jimin con curiosidad.

-¿Te importa si te pregunto algo más personal? -preguntó Erik, su tono cuidadoso.

Jimin lo miró con interés, asintiendo.

-Adelante. Somos amigos, ¿no? -respondió Jimin, animándolo a continuar.

-He notado que tú y el capitán Yoongi... bueno, parece que hay algo más que solo respeto entre ustedes. No tienes que responder si no quieres, pero me preocupa verte tan inquieto -dijo Erik, sus ojos mostrando una mezcla de preocupación y curiosidad.

Jimin suspiró, sabiendo que había llegado el momento de compartir sus pensamientos.

-Yoongi y yo... tuvimos un momento durante la fiesta. Fue intenso, y luego él lo atribuyó al ron. Eso me molestó porque siento que hay algo más entre nosotros, pero parece que él no puede o no quiere admitirlo -confesó Jimin, sintiendo un peso levantarse de sus hombros al hablar de ello.

Erik asintió, comprendiendo la complejidad de la situación.

-Es complicado, especialmente en un entorno como este. Pero si sientes algo por él, tal vez deberías hablar con él de nuevo. Aclarar las cosas podría ayudarte a encontrar algo de paz -sugirió Erik con suavidad.

Jimin asintió, apreciando el consejo.

-Gracias, Erik. Aprecio que estés aquí para escuchar. Creo que hablaré con Yoongi cuando llegue el momento adecuado -dijo Jimin, sintiendo una renovada determinación.

Erik sonrió, palmeando a Jimin en el hombro.

-Para eso están los amigos. Y si necesitas algo más, ya sabes dónde encontrarme -dijo Erik, levantándose para regresar a sus tareas.

Jimin se quedó un momento más en la cubierta, reflexionando sobre las palabras de Erik. Apreciaba la nueva amistad que había encontrado y sentía que, con el tiempo, podría encontrar una manera de resolver sus sentimientos y la relación con Yoongi.

Mientras *La Perla Negra* continuaba su viaje por el vasto océano, Jimin se sintió agradecido por las nuevas amistades y el apoyo que había encontrado entre la tripulación. Sabía que los desafíos aún estaban por delante, pero con amigos como Erik a su lado, estaba listo para enfrentarlos.