El Juramento del Capitán

Capítulo 6: Declaraciones Bajo las Estrellas

Mientras la tripulación continuaba con las reparaciones después de la tormenta, Yoongi y Jimin encontraron un momento a solas en la cubierta. La brisa fresca del mar jugaba con sus cabellos mientras se miraban el uno al otro, ambos con emociones mezcladas que habían sido difíciles de expresar hasta ahora.

—Jimin, lo siento por haber guardado mis sentimientos por tanto tiempo —comenzó Yoongi, rompiendo el silencio tenso que había entre ellos.

Jimin asintió suavemente, mostrando comprensión en sus ojos.

—Yoongi, entiendo por qué lo hiciste. Ambos teníamos nuestras razones para mantener las cosas como estaban. Pero ahora que hemos hablado, siento que hay un peso que se ha levantado —respondió Jimin, su voz tranquila pero llena de sinceridad.

Yoongi se acercó un paso más, sintiendo el impulso de estar más cerca de Jimin.

—No quiero que haya malentendidos entre nosotros, Jimin. Eres importante para mí, de una manera que va más allá de ser solo amigos o compañeros en este barco —confesó Yoongi, sus palabras saliendo con determinación.

Jimin sonrió cálidamente, poniendo una mano en el brazo de Yoongi.

—Yoongi, yo también siento lo mismo. Desde que te conocí, he sentido una conexión especial contigo. Y aunque hemos pasado por altibajos, creo que podemos superar cualquier cosa juntos —dijo Jimin, su voz llena de esperanza.

El corazón de Yoongi se aceleró ante las palabras de Jimin. Se dio cuenta de que este era el momento que había estado esperando, el momento en que finalmente podía ser honesto consigo mismo y con Jimin.

—¿Entonces qué hacemos ahora? —preguntó Yoongi, sus ojos buscando los de Jimin con intensidad.

Jimin le dedicó una mirada llena de complicidad.

—Creo que deberíamos darnos una oportunidad. Explorar lo que hay entre nosotros sin miedos ni reservas —respondió Jimin, su tono sereno pero decidido.

Yoongi sintió un nudo en la garganta, pero esta vez no era por la angustia de los sentimientos no expresados, sino por la emoción de lo que estaba por venir.

—Estoy de acuerdo, Jimin. Quiero intentarlo, contigo —dijo Yoongi, su voz firme y llena de determinación.

Sin más palabras, Yoongi se inclinó hacia Jimin y, sin dudarlo, lo besó apasionadamente. Fue un beso lleno de todos los sentimientos reprimidos, de todas las palabras no dichas y de todas las esperanzas para el futuro. El mundo pareció detenerse a su alrededor, el sonido del mar y la tripulación desapareciendo mientras se perdían en el momento.

Cuando se separaron, ambos respiraban con dificultad, sus corazones latiendo al unísono. Habían superado las barreras que habían mantenido sus corazones separados y ahora estaban listos para navegar juntos hacia un futuro lleno de posibilidades.

Mientras tanto, la tripulación observaba desde lejos, sonriendo con complicidad al ver a sus líderes encontrar la felicidad entre el tumulto del mar y los desafíos del corazón. Para Yoongi y Jimin, la aventura no solo estaba en las olas del mar, sino también en los caminos que explorarían juntos, con el amor como su brújula más fuerte.

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La mañana siguiente a la fiesta, el barco parecía envuelto en una calma serena. El sol empezaba a asomarse por el horizonte, llenando el cielo con tonos dorados y rosados. Yoongi despertó sintiendo el peso familiar de la responsabilidad, pero esta vez, acompañado de una calidez desconocida. Giró la cabeza y allí estaba Jimin, dormido profundamente a su lado.

La noche anterior había sido un torbellino de emociones. Después del apasionado beso bajo las estrellas, ambos habían decidido que ya no había vuelta atrás. Compartieron historias, susurros y risas hasta que el cansancio los venció. Yoongi había llevado a Jimin a su camarote, donde hablaron hasta que el sueño los venció, acurrucados el uno junto al otro.