Draco estaba muy nervioso, sabía lo que iba a suceder en las Túnicas de Madam Malkin, era allí donde conoció por primera vez a Harry y se portó como un asno.
Eso había marcado la decisión del niño de ir a Gryffindor en lugar de Slytherin y había marcado su camino de separación. Debía hacer que Harry cambiará de opinión y sutilmente arrastrarlo hasta él. Dónde pudiera ponerlo en una jaula para mantenerlo seguro.
Harry era demasiado bueno, demasiado inocente, demasiado incauto, demasiado… en fin simplemente Harry Potter era demasiado para ese mundo corrupto. La persona que había asesinado a sus padres, volvería por él y lo mataría años después, pocos para ser adulto y demasiados para ser considerado niño.
Así que Draco lo vigilaría y está vez lo mantendría a salvo de todo daño inmisericorde.
—Iré a ver tus libros, por favor quédate aquí en lo que salgo y compórtate.– ordenó Regulus con suavidad, pero firmeza.
—No voy a moverme de aquí.– dijo él sin prestar atención realmente, solo mirando la puerta con expectación, en cualquier momento cruzaría ese umbral y su destino por fin se volvería a unir.
Unos 10 minutos después de la partida de su padre, el pequeño niño de ojos verdes apareció, justo como Draco lo recordaba, tan perdido y solo… cuando por fin sus miradas se encontraron y la sonrisa tímida floreció en esa inocente cara infantil, Draco sintió su corazón desbocado.
La emoción que creyó muerta para siempre en su corazón inhumano, nació como un pequeño capullo y eso solo se debía a aquel niño que había amado y perdido de una manera tan dolorosa y trágica.
El preámbulo de la bruja y el niño no fue registrado por el cerebro de Draco, solo no quería apartar la mirada de aquellos ojos gentiles como mar en calma, esas estrellas preciosas que se habían consumido demasiado pronto en su vida anterior, dejándolo sumido en la más absoluta penumbra. Al poner los verdes ojos de nuevo en Draco, algo golpeó su corazón, ese sentimiento cálido del primer amor inocente y puro. Ese sentimiento solemne y dulce que solo Harry le podía brindar y que se llevó con él al momento de partir.
Con esa simple mirada, Harry le devolvió un poco de la humanidad que el Gran Dios Dragón, había aplastado hasta la extinción, con esa suave existencia, un corazón de piedra volvió a latir desbocado. Volvió a latir con un poco de esperanza.
Draco se había convertido en un monstruo, había aplastado muchas almas y apilado muchos cráneos para afianzar su reino de horror y terror.
Pero allí, frente a él, estaba una de las personas a las que más habría amado, una de las dos personas que hacían resonar su alma…
No, había una persona más que hacía vibrar sus mismos cimientos. Pero no de buena manera, porque esa persona era su odio personal más profundo y encarnado.
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El Ser Oscuro.©
FanfictionDraco Malfoy fue llamado de muchas formas en su vida... Fue el Príncipe de Slytherin... Fue el Rey de Ambos Mundos... Fue el Emperador Dragón... Al final de su vida fue El Dios Oscuro... Draco Malfoy perdió mucho al perder a quien llamo su amor del...