Capítulo 14 - Cabaña de las Gencianas

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     Con el corazón apesadumbrado y la cabeza hecha un lío, Lan XiChen caminó con Wei WuXian de regreso a la Cabaña de las Gencianas. Las palabras de su hermano y el Joven Amo Wei iban y venían sin darle tregua a su mente. A pesar de que se niega a creerlo confiado en que él conoce al verdadero Jin GuangYao, siente una premonición angustiante en el pecho. Se detuvo en la entrada de la cabaña, volteó a mirar a Wei WuXian y recordó la cercanía e intimidad que él y su hermano mostraron pocos minutos atrás en la biblioteca de los libros prohibidos. Guardó silencio unos segundos.

—Lan Xiansheng sabe que Hanguang-Jun... —Wei WuXian lo rompió.

Shufu acaba de levantarse. Les dije a todos que no le mencionaran nada innecesario —respondió brevemente para que se le disipara cualquier preocupación inmediata. Después de lo que pasó con el brazo de... su hermano jurado mientras su Tío intentaba calmar la energía resentida, no quería sobresaltarlo y que su salud se viera implicada.

—Muchas gracias a Lan Qianbei por todo el trabajo que ha hecho.

—En efecto, Shufu ha trabajado mucho...

Lan XiChen volvió al silencio. Todavía parado en la puerta de entrada al jardín de la Cabaña de las Gencianas rememoró que ahí vivió los escasos momentos más felices de su estricta infancia, y que también existiría ahí un secreto del cual jamás tendría certeza, sólo suposiciones. De repente, habló: —Joven Amo Wei, ¿sabe para qué se usa esta casa?

—ZeWu-Jun, ¿por qué crees que sabría?

Lan XiChen le echó otro vistazo—. Aquí es donde vivía mi madre en el Receso de las Nubes —observó cómo las cejas de Wei WuXian se alzaron y después se contrajeron, quizá sacando conjeturas al ver que la residencia de su madre no era la misma que la de su padre.

Aunque las personas nunca se los cuestionaron de frente, él y su hermano eran conscientes de los rumores sobre Madame Lan dentro y fuera de Gusu. Para el mundo se dijo que su madre tenía una rara enfermedad que menguó su salud y que le imposibilitó la convivencia con externos hasta el punto en el que tuvo que estar recluida hasta su muerte, pero muchos se preguntaron si acaso eso era una mentira para ocultar alguna deformación o discapacidad que les trajera vergüenza. Más se especuló todavía cuando QingHeng-Jun, un cultivador prominente en sus jovenes veinte años decidió practicar meditación en reclusión y el mundo poco supo de él.

—Joven Amo Wei, debería saber que mi padre usualmente meditaba recluido y que casi nunca interactuó con el resto del mundo. A lo largo de todos esos años, la secta Gusu Lan quedó al cuidado de Shufu casi por completo.

—Eso sí lo sé.

La mano con la que sostenía a Liebing estaba escondida bajo su manga. Habló lentamente—. La razón por la que mi padre a menudo practicaba meditación en reclusión es debido a mi madre. Este lugar, a comparación de un lugar para vivir... es más parecido a un lugar de detención —se agachó en medio de las gencianas. Gentilmente acarició esos delgados, sensibles y perfumados pétalos—. Cuando mi padre era joven y regresó de una cacería nocturna, vio a mi madre afuera de la ciudad de Gusu —sonrió—. Escuché que fue amor a primera vista.

—A menudo, los jóvenes son sentimentales —Wei WuXian se rio.

Lan XiChen continuó—. Sin embargo, la mujer no estaba interesada en él. En adición a eso, ella asesinó a uno de los maestros de mi padre.

—¡¿Por qué?! —escuchó la exclamación sorprendida venir de arriba.

—No lo sé —admitió—. Pero, asumo que fue por algo en las líneas de "un agravio".

Escucha los latidos de un corazón ámbar | Lan MeiLingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora