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Hanna S. Llerena

- ¿A qué hora se acabó todo? - Pregunte para después darle un trago a mi café

- Pues tú te dormiste como a las 5:00 y todavía baje un rato, ponle que como 6:30 ya no había nadie - Contesto Ovidio

- Si masomenos como 6:30, 7:00 ya no había nadie - Dijo Ivan dándole la razón a su hermano

- ¿Ya hablaste con tu papá? - Me preguntó Ovidio

- A si, dice que si me pueden llevar a mi casa como a las 6, que porque él no va a estar y no quiere que esté sola -

- Si princesa, a esa hora te llevamos - Respondió Alfredo sonriéndome, como les dije soy la más chica por lo tanto la consentida de todos

- Gracias - Les sonreí y seguimos desayunando

- Hanna - Habló esta vez Ovidio

- Mande -

- ¿Quieres ayudarme a abrir los regalos? - Me preguntó mientras me veía atentamente esperando mi respuesta

- Si, deja que termine de desayunar -

- Ok piojosa, te espero en mi cuarto - Y sin más salió del comedor para ir a su cuarto

- ¿A qué hora pasamos por ti mañana? - Me preguntó Ivan causando que lo volteara a ver

- Pues no se - Dije subiendo y bajando mis hombros - ¿Vamos a desayunar fuera? O ¿En mi casa? O ¿Cada quien en su casa? -

- Pues pasamos por ti a las 12:00 y sirve de que ya desayunamos ¿Te parece? - Contestó Ivan mientras Alfredo se dedicaba a comer y escuchar nuestra pequeña conversación

- Sip, ¿Y podemos ir a la Ganadera? ¿O las cosas andan calientes? - Conteste yo

- Pues todo anda tranqui yo creo que si - Respondió Ivan algo dudoso, él era el único que ya estaba demasiado metido en este mundo aunque todavía no conocían su cara podía ser algo riesgoso

- Ok, bueno yo ya me voy a ayudarle a Ovidio, ¿Puedo agarrar un manzana del refrigerador? - Dije levantándome de la mesa

- Claro princesa, lo que gustes - Me dijo Ivan, le agradecí y me retire, me dirigí a la cocina y agarre una manzana para mi y otra para Ovidio y fui hasta su cuarto y me pase como Juan por su casa, él estaba acostado boca arriba viendo el techo, ya le habían subido los regalos y estaban todos amontonados en una esquina

- Ya llegue mugroso -

- Ven - Me jalo y comenzamos a abrir sus regalos mientras nos comíamos nuestras manzanas y nos reíamos por comentarios que hacíamos uno del otro o de los regalos, después de como 3 horas ya habíamos terminados y estábamos acostados en su cama cada quien con su teléfono hasta que escuchamos que llegaron unos carros y bajamos para ver quien era

- Ya llegó por quien lloraban - Gritó Vicente entrando a la casa mientras yo y Ovidio seguíamos bajando las escaleras

- A ti ni en tu casa te quieren por eso te vienes para acá - Le grito Ivan desde las escaleras

Bonita | Ovidio Guzmán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora