Capítulo 1

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Caminaba por las calles de Seúl para dirigirme a mi apartamento después de mi empleo de medio tiempo en la cafetería de Minseok.

Salí a las 11pm, algo que yo consideraba que era temprano, pero los ojos me pesaban. Durante la mañana la escuela había sido cansada pues el fin de curso se acercaba, y la cafetería, por ser viernes en la noche, estaba al reventar. Tomar órdenes de varias mesas simultáneamente y en tiempo récord era realmente agotador.

Lo que me impulsaba a seguir eran el sueldo y las propinas, ese dinero me serviría para comprarme un celular nuevo, de esos tecnológicos que se manejaban deslizando los dedos por la gran pantalla y que tenían suficiente memoria como para almacenar muchísimas canciones, videos y fotografías. Me sentía un poco reconfortado porque las mesas que atendí dejaron suficiente propina, al menos juntándolo con lo que ya tenía en casa era una buena cantidad.

Para llegar a mi hogar debía caminar tres esquinas desde la cafetería y tomar el autobús. Apenas llegué a la parada, más gente empezó a acercarse, al menos no tendría que hacer fila pues yo era el primero.

Cuando subí al autobús decidí sentarme junto a una ventana, si no me entretenía con algo estaba seguro que caería dormido; las calles estaban todas iluminadas, y se podían ver por todos lados grupos de chicos y chicas divirtiéndose, se notaba que era viernes por la noche, sentía un poco de envidia de ellos porque hacía tiempo que yo no me divertía con mis amigos por trabajar los fines de semana, pero en fin....ya quería mi celular nuevo en las manos.

Pasamos varias paradas, mucha gente se bajaba y algunas más subían al autobús, como a la mitad del recorrido sentí algo de incomodidad, me sentía observado, y no podía voltear a ver a toda la gente, sería algo estúpido y muy obvio.

Al principio pensé que sólo era mi imaginación, pero la sensación de ser observado no se me quitaba, sentía pequeños escalofríos y estaba a pocas calles de llegar a mi destino, ¿quién podría ser?, ¿qué querría?... ¿dinero?... espero que no, ¿mi celular?... no, es anticuado y no ganaría nada vendiéndolo, ¿accesorios?... lo dudo, no llevo nada encima.

El autobús llegó a mi parada y la incertidumbre me consumía, era la oportunidad de saber si alguien me seguiría. Me levanté para pedirle al conductor que se detuviera, mientras veía algunos rostros al caminar por el pasillo, tratando de identificar a mi acosador.

Para mi buena o mala suerte, no sabía cómo tomarlo, cinco personas más y yo nos bajamos, dos eran una pareja de adultos jóvenes, uno era un ajhussi con maletín, y los restantes eran un chico y una chica.

Cada quien tomó su rumbo y sólo seguimos juntos el chico, la chica y yo. Lamentablemente yo iba adelante y no podía notar si alguno de ellos me observaba.

¿Será la chica? Pensé, ¿será que le gusto?, o ¿me conoce de algún lado?, ¿de la cafetería tal vez? O... ¿el chico? Cuando lo vi al bajar del autobús lucía como un vándalo... no me daba buena espina.

Pensando en todo esto, no me había percatado que sólo había avanzado dos esquinas, ¿cómo puede ser posible?, ¿por qué las esquinas son tan largas? me cuestioné interiormente.

Aceleré un poco más el paso y al mirar de reojo hacia atrás observé cómo la chica cruzaba la calle para irse en otra dirección, reduciendo nuestro pequeño grupo de tres a sólo dos personas.

¡Maldición! Era el chico ¡lo sabía! Con ese aspecto de vándalo...¡debía suponerlo! ¿Por qué me sigue? ¿Acaso vive por el mismo rumbo que yo? ¡No! Sería demasiada coincidencia, y lo malo es que no conocía a mis vecinos. Hice una nota mental, tendré que ser un poco más observador de ahora en adelante...

The Boy Next Door ~ ChanKai // KaiYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora