First Mission: Heaven - Adaptación [FreenBecky]

「 ✦ Extra 2 ✦ 」

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Regla 25: Amar a la persona correcta siempre se sentirá como el cielo.

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REBECCA ARMSTRONG.

Mi vida los últimos tres meses ha ido más que los años de vida que tengo, mi trabajo ha mejorado y la relación con mi familia, la cual ya de por sí era buena, ahora está mucho mejor.

Pero también la relación con alguien, desde aquel día que estuve con la amiga de Heng, o sea Freen, nos quedamos conversando a la salida, aquella me invitó a una copa y no la rechacé, un restaurante y una cena bastó para que sus temas de conversación me atraparan, y estábamos por tener otra cita o eso creí hasta que me llamó diciendo que no podría verme el día de hoy, que tuvo un inconveniente.

Y aquí entraba mi frustración, lo que sé de ella es nulo, no sé nada de su familia o si se lleva bien con ellos, Freen no habla más de lo que le conviene, lo único que quizás me confirma que no es una loca sociópata, es que, es amiga de Heng, fuera de eso, nada me asegura absolutamente nada de Freen.

Eso no solo me llenaba de incertidumbre, sino que también de insatisfacción. Me apetecía conocerla a fondo.

El timbre de mi casa sonó, avisándome que mis amigos ya estaban ahí, los había invitado a un día de películas. Era algo tranquilo para no pasar el domingo por alto. Al abrir la puerta, la primera cara que vi fue la de Namsie, quien levantó las cervezas y me saludó feliz, los siguientes fueron Heng, Billy y...

—¿Freen?

—Los invitaste a todos menos a mí —dijo.

Un "Oooh", se escuchó de fondo por parte de mis amigos.

Ahuequé la lengua en mi mejilla interna.

—Me dijiste que tenías asuntos pendientes, pero como siempre buscas la forma de mentirme —me hice a un lado para dejarla pasar—. Adelante.

Freen chasqueó la lengua y asintió, pasó por delante y fue directo a la cocina. Ella esperaba que yo la siguiera, agarré las cervezas y fui detrás de ella. Estaba ahí sentada de lo más relajada, como si yo no estuviera ardiendo de la rabia por dentro, y quizás de los celos. ¿Qué tal si tiene a alguien más?

¿Si le gusta alguien más?

Siempre me hago ese tipo de preguntas, no es que sea insegura de mi misma, pero Freen me llena de dudas.

—Rebecca —me llamó, pero no hice caso—. Si me vas a ignorar mínimo, hazlo bien.

—Eres una idiota —me giré enojada—. No te soporto, Freen. No soporto que hables con tanta calma, no soporto que me mientas.

—No te miento —dijo de lo más tranquila.

—Lo haces, claro que lo haces, todo el tiempo.

—No te miento, Becc. Acércate, por favor —me pidió mirándome con más ternura, me mordí el labio y me acerqué a regañadientes, hizo un mechón de cabello a un lado—. Me gustas, desde... desde hace miles de años antes de conocerte, tú me gustas. Le gustas a mi corazón.

—Pero Freen —me quejé bajito—. No sé nada de ti, no...

Me calló con un beso, enredó su mano en mi oscuro cabello y me besó, era algo que ella solía hacer. No puse impedimento, dejé que sus labios se apropiaran de los míos, mis manos cayeron en sus piernas y me entré entre ellas para tener mejor acceso a Freen, solté un gemido bajito y permití que el beso no se volviera lento, pero tampoco rápido.