–Ayúdame –Dijo mi hermano apenas verme. Acordamos vernos en un café cercano a su universidad para hablar un poco y ponernos al día, no hemos podido vernos en un tiempo pues ambos estamos ocupados.
–¿Ahora qué hiciste? –Respondí sentándome junto a él.
–Salí con mis viejos amigos.
–¿Los drogadictos?
–¡No son drogadictos! –Exclamó, más que molesto por el comentario parecía un perrito regañado.
–¿Y se molestó por eso?
–No, no les molesta que salga con ellos, es que también estaba Miki.
–Ah, la chica con la que le pusiste los cuernos –Él sólo asintió todavía con cara de perro arrepentido –Sí, es 100% culpa tuya. Dale unos dulces y pídele perdón, sabes que Miku te quiere demasiado como para enojarse sólo ver a tu ex amante entre tus amigos. Imagino que fuiste sin saber que estaba ella ahí, porque si sabías y aún así fuiste la patada te la voy a dar yo.
–No, no sabía que ella iría... pero no es que haya hecho mucho por apartarla cuando se me pegaba –Yo sólo me quedé mirándolo y sin decirle nada lo agarré de su estúpida bufanda y llevé afuera explicándole de pasos a una camarera que volveríamos enseguida, pues habíamos dejado nuestras cosas en la mesa.
Al llegar a un callejón y con un rápido seoi nage terminó en el suelo.
[. . .]
Luego de la muerte de mi padre, mi madre estuvo muy deprimida, ya no hacía casi nada por sí misma, si se levantaba o si cocinaba siempre era por mí, pero no hacía nada más allá de eso hasta que conoció al señor Shion, él también había perdido a su esposa meses atrás, un accidente automovilístico. Se conocieron en un grupo de terapia para dolientes, una vecina casi que obligó a mamá a ir a esas sesiones de terapia grupales luego de verla 3 semanas después del accidente.
Mamá dice que cuando conoció al señor Shion sintió una conexión extraña, no como la romántica que sintió con mi padre en su juventud, sino mas bien de... comprensión. Empezaron a salir a citas y a los pocos meses se casaron, ambas pasamos a tomar el apellido Shion a lo que me costó adaptarme. Para ese entonces yo tenía 10 años.
El señor Shion tenía un hijo unos 3 años mayor que yo: Kaito Shion, al principio nos costó acostumbrarnos el uno al otro, él había adoptado malas actitudes después de perder a su madre y era muy problemático. No nos llevabamos mal, simplemente no congeniamos en ese momento, a fin de cuentas eramos dos extraños que llegaron abruptamente a la vida del otro en un momento difícil.
Estuvimos así unos dos años hasta que me hice amiga de Hatsune Miku, una chica un año mayor que yo de la cual me hice amiga por un actividad escolar que tenía como objetivo mejorar las relaciones entre estudiantes. Kaito se enamoró de ella cuando la empecé a llevar a casa junto a Len y les terminé haciendo de cupido. Kaito cambió su actitud hacia todo el mundo, mejoró e incluso a mí me empezó a tratar bien, como si verdaderamente fuera su hermana menor. Más tarde nos dimos cuenta de qué teníamos más cosas en común de las que creíamos.
Empezamos a ir juntos a la escuela y en el camino hablábamos de cualquier cosa, como nuestros gustos musicales e intereses futuros.
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Mi motivación.
Fanfiction-Desde que soy pequeña he admirado a mi padre: él era boxeador, uno grande e importante y yo deseaba ser como él. Un día papá murió. Yo me sentía perdida, ya no tenía a alguien que me guiara por la vida, así que después de reflexionar un poco, decid...