Capítulo 6 - Rin

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-¡Estoy en casa! -Anuncié tras pasar el umbral de la puerta, inmediatamente oí los pasos de Len caminar hasta la puerta y, cómo siempre, apenas me vio se abalanzó a abrazarme levantándome del suelo yo por supuesto lo abracé de vuelta -¿Cómo estuvo tu día?

-Cómo siempre, ¿y el tuyo?

-Cómo siempre -Besé su mejilla y acto seguido me bajó al piso de nuevo.

-¿Qué quieres cenar?

-A mi novio -Y entonces lo besé esta vez en los labios y él por supuesto me besó devuelta.

Es en momentos como estos en los que pienso que mi vida es perfecta: amo lo que hago, tengo buenas amigas, tengo mi propia casa y por obviamente, al novio perfecto siempre esperando por mí, me gusta esta vida y me gusta pensar que a Len también.

[. . .]

Al tiempo de conocer a Len, un año más o menos, empecé a sentir cosas por él, lo consulté con Miku, creí que ella al ser mayor sabría algo al respecto. Le expliqué mis síntomas y ella lo pensó por un segundo.

-Te gusta -Dijo así nada más, sin una posca de duda.

-¿Qué a mi qué?

-Te gusta Len, que lo pienses siempre y que te enojes cuando no está prestando atención con síntomas claros de que te gusta.

En un inicio no lo quise creer o mas bien la idea no encajaba en mi cabeza, ¿gustarme Len? No, si él y yo eramos mejores amigos, hermanos gemelos, el reflejo del otro. Aún si no lo había aceptado, la idea seguía en mi cabeza y gracias a ello me volví más consciente de ciertos pensamientos hacia Len.

Efectivamente, lo pensaba mucho, que si no había arreglado bien su uniforme, que estaba algo despeinado, que si no le gustaba su almuerzo, que si su clase estaba a aburrida pues estábamos en clases separadas, lo único que invadía mi mente, además del boxeo, era Len.

Y efectivamente, me molestaba cada vez que él me prestaba atención a alguien más y no a mí, me molestaba todavía más que su distracción fuera otra chica que encima fuera más bonita que yo.

Pensé que era algún tipo de crisis de pre adolescente, tenía 13 años, era normal ¿no? Ya luego de un tiempo simplemente acepté que sí me gustaba, seguía en negación al respecto, pero al ha pasar 7 meses de lo mismo me di cuenta de que era simplemente estúpido seguir negando qué lo quería más que como a un hermano o mejor amigo.

Y se lo iba a decir, tenía ovarios suficientes para ir y decirle que me gustaba, Miku me dijo que no apresure mucho y espere, porque a veces una confesión podría arruinar amistades, pero yo seguía y seguía con que tenia que decirle hasta que a Miku se le ocurrió jugar a la botellas, la mejor manera de retenerme y al mismo tiempo saber si había algún tipo de chance.

-Len, ¿verdad o reto? -Dijo Miku al ver como la botella apuntaba a Len.

-Reto -Dijo seguro de sí mismo.

-Besa a Kaito -Retó apuntando a mi hermano.

-Prefiero verdad -Dijo luego de mirar a Kaito con asco, mirada que fue recíproca.

-¿hay alguien qué te guste? -pregunté esta vez yo.

-Sí, hay alguien en la clase de al lado que me gusta.

Y ahí es cuando le hice caso a Miku y me guardé mi confesión bien adentro.

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