𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐧𝐞; 𝐯𝐢𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬.

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La gente iba y venía en el conocido y más protegido; el palacio de Birmingham; cada persona que pasaba venía con un propósito distinto. Algunos llevaban papeleo, otros libros y tomaban asiento como él con sus tazas de té humeantes en sus manos y la guardia real marchando y supervisando la seguridad del lugar tanto adentro como afuera.

Alfred miraba su reloj con aburrimiento, verificando su puntualidad mientras esperaba. Era intacta, tal y como él se lo pidió por llamada en la mañana, acomodó su traje gris nuevamente, dejándolo sin una arruga, como estuvo haciendo desde su hogar hasta que bajó de su coche.

Detestaría arruinar su imagen y no verse presentable como se debe: estaba sentado firme contra el respaldo del caro sofá blanco, pose digna de un ex soldado ya retirado, pero con costumbres y secuelas aun de la guerra, mirada al frente ignorando la de la gente curiosa que lo veía llamando su atención, manos en su regazo con su abrigo en las piernas y esperando con paciencia la llegada de su viejo amigo.

El sonido de un bastón resuena en el pasillo a su izquierda y la voz que ocultaba alegría y orgullo, resuena en sus oídos llamando su atención.

"Sr. Shelby, qué alegría verlo". El castaño sonríe levantándose del cómodo sofá blanco elegante con sus bordados color amarillo que le daba a saber lo costoso que era y lo bien limpio que era, un buen personal de limpieza había. Ambos hombres estrechan sus manos formalmente con una amigable sonrisa.

"Sr. Holmes, qué sorpresa que me haya llamado". Responde él mirando al mayor Holmes con su característico bastón que hizo que sonriera divertido. "Pensé que jamás me llamaría". Mycroft le hace una seña para que caminaran a su despacho y mientras lo hacían Shelby notaba los cuadros, cada uno de ellos le parecían hermosos al igual que varias esculturas del lugar, por la zona que caminaban cada uno tenía sus oficinas con nombres o qué lugar era con una hermosa placa dorada grabada en las letras.

"Como podrás ver, he estado bastante ocupado por aquí". El nombrado suspira, asintiendo. Como si comprendiera a la perfección sus palabras sin decir mucho más. Ambos podían comprenderse; siempre fue así. Para ambos, cada uno era el más confiable del otro. Y Alfred sabía que no vino por una simple charla de amigos.

"No seré el típico que te da él, pésame por tu hermano, es un poco fastidioso a veces y leí las noticias". Mycroft le agradeció con la mirada mientras abría la puerta de su oficina y le daba el paso a esta.

Alfred entra y la inspecciona con detenimiento, sin asombrarse de que parecía una sala de interrogatorios policiales. Una sonrisa se plasma en su rostro al ver los cuadros que tenía, sus títulos que consiguió y algunas comidas que había en una mesa junto con un juego de té elegante. Los varones toman asiento cómodamente, y mientras Mycroft servía, te en una taza y se la entregaba.

"Supongo que deberás de saber el porqué te llamé Alfie, ¿verdad?". Shelby asiente afirmando y degusta con cuidado su te, sintiendo la calidez del caliente líquido amargo en su garganta. Nunca le gustó el azúcar en su te, pero en el café sí, extraño, pero así era.

"Sé que esto no es una reunión por los viejos tiempos, Mycroft, soy joven, pero no idiota como para saber que me pedirás favores". El mayor de los Holmes ríe cortamente con burla luego de tomar su te y asiente dándole la razón. "¿A qué se debe tu llamada?". Preguntó dejando su taza en la pequeña mesita de café y centraba su atención en el hombre mayor que degustaba con aburrimiento una galleta de vainilla.

"Mi hermano". Respondió simplemente mientras sacaba de una mesita un archivo y se lo extendía. Shelby, con duda, la tomó en sus manos, pero su mirada mostraba perplejidad.

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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mastermind ♡ sherlock holmes❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora