Trono en llamas [1/3]

𝙸

                              ⊹ ¿𝐐𝐔𝐄́ 𝐏𝐀𝐒𝐎́ 𝐀𝐐𝐔𝐈́? ⊹

Hoy está muy lindo el día, la brisa me golpea el rostro mientras que camino por el jardín.

Todo se siente muy tranquilo se oyen el cantar de las aves... Me detengo para observar algo que acabo de encontrar.

Va a pasar algo malo. Fue lo primero que me llegó a la mente al ver a un ave muerta en el piso.

Parece que lleva tiempo muerto ya que las hormigas le comieron los ojos y solo se ven unos huecos.

–Señorita Lina, ¿qué hace? –pregunta Ari quien es mi dama de compañia a mi espalda.

–Nada, admirando el ciclo de la vida. –hablo todavía mirando como las hormigas se aprovechan del cuerpo sin vida de esa ave.

Ari se acerca para observa, en cuanto llega hace una expresión de asco. –Vamos princesa, ¿cómo le puede gustar esto? –dice ella.

–No seas dramática, esto no es nada comparado con lo papá me hace presenciar –digo sin dar mucha importancia al ave.

Dejando atrás todo ese drama, camino en dirección a la entrada principal del Castillo, el cual está custodiado por dos guardias.

Cuando entró por esas enormes puertas visualizó a un hombre parado frente al trono, que de momento esta vacío, mirándolo fijamente.

No reconozco a ese hombre, tiene el cabello plateado igual que el mio, lo que me parece raro porque soy la única que tiene este color de cabello en todo el reino, y eso es gracias a los genes de mi madre. Según lo que me ha contado mi padre.

¿Quién eres?

–Señorita –dice Ari sacandome de mi trance, no me había dado cuenta que me quede paralizada observando a ese hombre desconocido

En el momento que iba a empezar a caminar en su dirección mi padre se le acerca y le da un abrazo, que este hombre no devuelve. –hijo mio, ¿cómo has estado?.

¿Hijo?, ¿cómo que hijo?, pero... ¿Qué ha pasado?...

Tenía otro hermano y no lo sabía... Esta de perfil lo que hace que no pueda verle bien la cara, pero tiene una mandíbula bien formada y una nariz perfilada.

Todavía no se dan cuenta de mi presencia así que lo aprovechó para acercarme discretamente a ver quién es.

Y justo en ese momento llega mi encantador e irritable hermano mayor Nathaniel –¿A dónde piensas ir? –dice poniéndose frente a mi.

–Quiero saber quién es ese –dije intentando ver por encima de su hombre, ya que es más alto que yo.

–No seas tan desesperada, muy pronto lo sabrás –dice él con la sonrisa cínica que lo caracteriza.

–¿Por qué no puedo saberlo ahora?

–La paciencia no es tu fuerte

–¿Cómo lo supiste? –digo fingiendo asombró

–Solo espera, padre te lo dirá –diciendo eso engancha su brazo al mio y me guía hacia las escaleras para subir a los cuartos.

Algo no anda bien, tengo una sensación extraña.

–Odio cuando tu y papá me esconden las cosas –digo con algo de molestia.

–Cuando las cosas son así sabes que es por una razón –habla serio –pero en este caso las cosas son diferentes.

Me freno antes de llegar a mi cuarto y me le pongo frente a él –Entonces dime, quién es ese hombre que esta hablando con papá ahí abajo y que mi padre le llamara hijo, si ni siquiera me dice hija a mi. –digo algo celosa por eso.