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Ginro se sentía realmente feliz al estar en sus clases de sojutsu, como no quería perjudicar a Matsukaze comenzó a ser instruido por otro de los estudiantes de tercero junto a los estudiantes de segundo por sus cualidades, no estaba acostumbrado a recibir elogios por lo que estuvo muy nervioso en sus primeros entrenamientos, sin embargo fue cuestión de tiempo para acostumbrarse a ellos aumentando su confianza y mejorando sus entrenamientos.


Era simplemente increíble.


La mejor parte de su entrenamiento era cuando acababa ya que podía ir a casa de Matsukaze a comer comida deliciosa y hacer sus deberes, el primer día que intentaron estudiar juntos no resulto como esperaba, fue peor, el sabía que no era tan bueno, ambos sabían que seria difícil, pero ni el ni Matsukaze estaban preparados para presenciar lo terrible que era en matemáticas e ingles, no había pasado mas de una hora y estaban por rendirse, o porlomenso el, veía que Matsukaze intentaba explicarle pero simplemente no había caso así que para dejar de atormentarse decidió irse, sobre todo por lo avergonzado que se sentía.


Pero rendirse no estaba en los planes de Matsukaze, agradecía al cielo que no lo hiciera, consiguieron una manera algo peculiar de estudiar repasando conjuntamente con libros de la secundaria, y referencias de sus videojuegos y sud modalidades, le dio vergüenza saber que tenia que repasar desde un nivel mucho mas inferior era incluso peor saber que Matsukaze todos esos días que se la paso hablándole de videojuegos si le estaba prestando atención, pero según Matsukaze no tenia por que avergonzarse después de todo los métodos no eran mas importantes que los resultados, y vaya que fueron buenos, incluso algunos profesores lo felicitaron.


Su rutina diaria se convirtió mas animada y lo ayudo a escapar de la soledad que sentía en su propia casa, sus actividades siendo miembro del club comenzaron a dar excelentes resultados ganándose la admiración de muchos de sus compañeros, por primera vez estaba sintiendo la sensación de genuino orgullo pro si mismo y esa confianza lo ayudo a acercarse a mas de sus compañeros con los que ahora podía decir que eran amigos suyos o porlomenso conocidos algo cercanos y al salir disfrutaba del resto de la tarde con matsukaze, pero estudiar todo el tiempo era aburrido así que siempre conseguía la manera de persuadirlo a acompañarlo a jugar videojuegos o pasear por tiendas comerciales.


Al inicio Matsukaze no quiso acompañarlo pero se mostro muy en contra de dejarlo ir solo así que termino siguiéndolo y estaba seguro de que se divertía aunque tratara de negarlo.


Sin embargo sus salidas debían de reducirse, otro día después del club quiso arrastrar nuevamente a Matsukaze a ir a jugar y pasear pero este lo detuvo y le recordó la razón por la que habían iniciado a estudiar en primer lugar, finalmente después de intentar arrastrarlo nuevamente fue consiente de que el tiempo se le acababa y aun tenían mucho trabajo por hacer ya que dentro de poco menos de dos semanas seria el festival deportivo que anunciaba la cercanía de los exámenes.


Mientras regresaban a casa de Matsukaze comenzaba a quejarse de que su hermano haya usado una estrategia tan injusta, odiaba ser cociente de su realidad, incluso Matsukaze noto lo malhumorado que se encontraba en medio de su lección, así que aprovechando que estaba concentrado resolviendo unos ejercicios fue a buscar unos bocadillos que había comprado específicamente para Ginro ya que eran mochis con fruta, al revisar los ejercicios y resaltar unos pequeños errores que cometió le dio un mochi como recompensa, Ginro no se lo esperaba pero no se quejaba, los mochis eran un buen incentivo para distraerlo de su mal humor, para cuando finalmente acabaron tomaron un poco de te acompañado de mochis, Ginro no podía dejar de pensar en como se divertía con Matsukaze, lo sentía tan cercano que hasta olvidaba que era su sempai, pero no importaba, verdad? despues de todo su amistad no debería estar restringida solo por que el era un año mayor que el.

Flor de DuraznoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora