12- ¿Brandon?

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Ivy

Solo puedo ver como Alex ya hace en el asfalto del aparcamiento de la Universidad, y como de repente el auto desaparece. Los alumnos de inmediato comienzan a aglomerarse alrededor de Alex, y ni siquiera me percato en el momento en que Chase sale corriendo hacia él. Estoy en puro shock, pero solo el grito de Leah que viene saliendo del edificio me saca de trance.

Salgo corriendo de inmediato hacia dónde estan los chicos al mismo tiempo que el sonido de una ambulancia llena el lugar. Al parecer alguien se había encargado de llamarla.

-¡¿Por qué?! -grita Leah, y juro que es uno de los gritos más doloroso que he oído en mi vida -¡¡No Alex, no!!

Leah sigue gritando mientras los paramédicos tratan de quitarle a Alex de los brazos y ella se reusa, Karina y yo nos acercamos a ella.

-Cariño ven -le dice en voz baja Karina mientras nos agachamos junto a ella -. Se pondrá bien. Todo estará bien.

-No. ¡No, déjenme! -nos aparta a ambas de un manotazo.

-Leah cielo, tienes que dejar que se lo lleven, así podrán atenderlo -esta vez quien le hablo soy yo.

-¿Por qué tenía que ser él? -nos pregunta mientras deja a los paramédicos hacer su trabajo, y la ayudamos a ponerse de pié.

-¡¡¿Qué están mirando?!! -Whees le grita a todos los alumnos, mientras estos aún choqueados comienzan a alejarse un poco.

Alex es llevado a la ambulancia y Leah, entre lágrimas, se sube también mientras intenta secarse el rostro. Wheesel, Karina y yo nos subimos al auto de Chase y seguimos a la ambulancia rumbo al hospital.

Al llegar, nos apresuramos a seguir la camilla que lleva a Alex, pero una vez dentro de la sala de tratamiento, nos vemos obligados a quedarnos en la sala de espera.

-¿Cómo te sientes? -le pregunto a Leah.

-Más o menos.

-¿Quieres algo de beber?

-Sí, por favor.

Salgo rápidamente a la cafetería y le traigo una soda.

-Gracias.

-De nada. ¿Ya avisaron a los padres de Alex?

-Sí -responde Chase-, acabo de hablar con Carol, su madre. Ya viene en camino.

-¿Y su padre?

-Carol se encargará de eso.

-Bien.

Esperamos unos minutos más, hasta que una mujer pelirroja entra corriendo junto a un hombre de cabello negro. Deduje que serían los padres de Alex, aunque él no se pareciera en nada al hombre.

-¿Cómo está? ¿Cómo está mi bebé? -pregunta Carol muy preocupada.

-Lo están atendiendo -responde Leah.

-Oh, corazón -Carol se acerca a Leah y la abraza mientras se sienta a su lado.

Le narramos lo sucedido mientras ella trata de contener las lágrimas, y Roland, el padre de Alex, muestra una gran preocupación.

Dos horas después, el médico a cargo sale.

-¿Cómo está, doctor? -pregunta Carol.

-Ya se encuentra estable. Sin embargo, ha perdido mucha sangre y lamentablemente no contamos con su tipo.

-Pueden utilizar la mía, soy su madre.

-Aunque sea su madre, es posible que no sea compatible.

-Yo puedo ayudar -ofrezco.

Hay Pecados Que Merecen Ser Repetidos (En Edición) [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora