𝐃𝐀𝐋𝐈𝐋𝐀 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐁𝐔𝐒𝐂𝐀𝐁𝐀 cumplir su sueño con la selección de su país, trabajo duro para que su sueño se hiciera realidad y cuando por fin lo logra algo se interpone en su camino.
𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐇𝐀𝐁Í𝐀 𝐒𝐈𝐃𝐎 seleccionado con la selección...
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𝗗𝗘𝗦𝗣𝗘𝗥𝗧𝗘 𝗘𝗫𝗔𝗟𝗧𝗔𝗗𝗔 𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗟 𝗥𝗨𝗜𝗗𝗢 que estaba causando mi móvil a causa de alguna llamada, moví mi mano con pereza hacia donde se encontraba mi mesilla pequeña con el móvil encima de ella cargando. Agarre mi móvil para ver quien era viendo el nombre de mi mejor amiga en la pantalla por lo que respondí a la video llamada con tranquilidad escuchando todo lo que decía Thalía en español. Mire la hora que marcaba el reloj en mi mesilla viendo que para mi gusto aún era demasiado temprano como para estar traduciendo lo que me decía en español.
— Thalía, ¿qué haces despierta tan temprano? Ni siquiera son las diez.— Murmure con cansancio removiéndome en la cama buscando la comodidad otra vez.
— Preciosa tienes que mirar tu e-mail anda. — Hablo sonriendo a través de la pantalla.
— ¿Para que? Estoy lo suficientemente dormida como para poder leer algo. — Cerré los ojos de nuevo sintiendo la comodidad de mi cama.
— ¡Dalila despierta! Que te han aceptado como la nueva fotógrafa de la selección de tu país. — Me informo dando palmadas para que me despertase.
— ¿Qué? — Murmure, bueno, ronqué sin abrir los ojos por el sueño.
— Mejor te llamo luego, ponte una alarma en tres horas paso por ti. — Me aviso antes de terminar la video llamada.
Asentí con la cabeza lentamente sin hacer mucho caso volviendo a mi mundo de fantasías hasta que note como una luz me daba de golpe en los ojos lo que, finalmente, logró despertarme. Desayune un par de tostadas antes de ducharme y comenzar a prepararme con tiempo a que Thalía pasase por mi. Me subí los vaqueros campana antes de ponerme una blusa blanca y para finalizar mis converse de flores, retoque un poco mi maquillaje hasta que escuche un par de golpes en la puerta.
— Ahí esta la dormilona del año. — Hablo la española esta vez en mi idioma natal cuando abrí la puerta.
— ¿Nos vamos? Realmente necesito un té. — Murmure exhausta cerrando la puerta tras mis espaldas comenzando a caminar hacia el ascensor.
