𝐃𝐀𝐋𝐈𝐋𝐀 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐁𝐔𝐒𝐂𝐀𝐁𝐀 cumplir su sueño con la selección de su país, trabajo duro para que su sueño se hiciera realidad y cuando por fin lo logra algo se interpone en su camino.
𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐇𝐀𝐁Í𝐀 𝐒𝐈𝐃𝐎 seleccionado con la selección...
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𝗔𝗟 𝗟𝗟𝗘𝗚𝗔𝗥 𝗔 𝗟𝗔 𝗖𝗔𝗦𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗛𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡𝗢 de Nico no nos tardaron en abrir aunque fuera únicamente la novia de su hermano la que nos enseñase el lugar. Al llegar al salón vimos a un par de niños que se acercaron corriendo a Nico mientras su hermano y su padre hablaban de algo a la vez que su madre se acercaba a nosotros con rapidez. No tarde en darme cuenta de que era una grande familia hasta que vi la gran mesa que estaba en el centro del salon siendo ocupada por gente que iba y venía dejando vasos y platos, parecía una mesa de Pinterest.
— Nico cariño, es la primera vez que llegas tarde, aunque has tenido la suerte de que tengas la excusa perfecta para esos minutos de tardanza. — La mujer de tez morena se giro sonriendo hacia mi. — María.
— Dalila, encantada gracias por invitarme. — Hable sonriendo dejando dos besos en ambas mejillas de la adulta.
— Nico nos dijo que eres italiana, ahora lo puedo confirmar, Nico ve a saludar a tus abuelos. — Me agarro del brazo caminando por la sala hasta que vio la bolsa que colgaba desde mi mano. — ¿Qué traes ahí?
— He traído un postre de Italia casero, y regalos. — Conté con bastante timidez, la verdad es que me estaba poniendo nerviosa ante la mirada de la de rizos.
— Oh cariño no hacía falta, vamos a dejarlo en la cocina y así Nico te presenta a sus abuelos. — Me arrastró hacia la gran cocina que había en la casa del hermano mayor de mi ¿novio? ¿casi algo?
— ¡Nico! ¿Como es que no te has llevado a Dalila contigo para presentarla a tú abuela.
Pasó un buen rato de la noche en la que solo estuve presentándome a gente que no sabía ni que existían hasta que Nico me llevo para conocer a su hermano, quien jugaba con un par de niños pequeños en el patio.