¿Por qué las historias mas hermosas inician tan horrible? Prefiero ahogarme en el mar antes que volver a oir esa frase tan triste.
¿Por qué no iniciarlas con "Y alli, el principe y la princesa se casaron, pero atrasemos la historia"? Es un inicio tan perfecto, que siento que me eleva al cielo al leerlo.
¿Porque prefieren usar las rosas marchitas como flor, y no las orquídeas plantadas por su gran amor?
¿Por qué prefieren lo común y aburrido, a lo nuevo y divertido? No entiendo.
¿Por qué le temen a lo nuevo? Sienten que dejara de ser algo bello, cuando en realidad sera algo perfecto.
Pero en fin, no hay que quejarse de algo que todos hacemos, total, esto es una enfermedad que los escritores padecemos.
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Llegué en busca de nuevas oportunidades, buscaba que la gente pudiera sentir y entender a través de la música, quería que la gente verdaderamente sintiera lo que yo quería darles a entender y, ¿hay mejor forma que la música? No, no la hay. El estudio al que llegué era enorme... era de los edificio más hermosos que he visto, la pintura en sus paredes no se veía vieja ni maltratada de hecho, era colorido. Además, era grande y parecía limpio, algo que, era muy poco común por estos rumbos. Tal vez, la mejor oportunidad de mi vida estaba frente a mi, ¿Qué podría salir mal? Entre al lugar, no solo era lindo por fuera, también lo era por dentro y contenía mucha historia sobre la música; en cada pared había un gran artista y un pedazo de su biografía, como si fuera inspiración para los artistas primerizos que resguardaban aquellas paredes. Un chico no muy alto y de pelo naranja estaba dentro de una de la habitaciones del estudio, parecía estar discutiendo con sus productores, que idiota. Espere a la chica que me había ofrecido un trato a través de una carta, firmo con el nombre de ¿Yachan?... no recuerdo muy bien. Salió una chica alta y una bajita, la alta tenía el pelo negro azulado, usaba lentes y tenía un lunar bajo la boca que, debo admitirlo, la hacía ver guapa. La otra chica era rubia con ojos color miel, era linda. —¿Tobio Kageyama? —Si, soy yo—me pare de mi asiento y salude. —Pase por aquí, por favor. Las seguí hasta su despacho, me explicaron que buscaban a un compositor dispuesto a trabajar con música al estilo rock alternativo, bueno, no era exactamente lo que esperaba pero, podría arreglarmelas. Acepte el contrato y me guiaron hacia al artista que apoyaría ¡Qué emoción! Entramos a uní de los estudios y me pidieron que esperara ahí, que pronto lo conocería a lo que, asentí. Pronto pasaron los 20 minutos, tenía un libreto conmigo sobre letras de amor y sentimientos más profundos pero, el dichoso artista no llegaba, ¡que mala impresión me había dado! Las señoritas de antes entraron junto al chico pelirrojo de hace rato, oh, dime que es una broma. ¡No! No debo juzgar a alguien sin conocerlo, hora de trabajar. Me pare de mi lugar nuevamente y los salude a todos, sobre todo, quería conocer a este chico pues, ahora trabajariamos en sintonia; yo daría el sentimiento y el las palabras. —Bueno, Shimizu y yo estaremos afuera, dejaremos que se conozcan.—dijo la chica güera y las dos se retiraron. —Hola, soy Tobio Kageyama y desde ahora te ayudare con la composición de tus canciones, además-...—él chico me miró un poco aburrido. —¿Sabes tocar la guitarra o el bajo? —Es de mal gusto interrumpir a alguien, quiero suponer que, no lo hizo a propósito. —¿Sabes tocar alguno de los dos o no? —Si, es mi trabajo. —Bien ¿Cuál es tu primera idea? —¿Idea? —Si, idea. Ya sabes, para una canción un hit.. —Ah...—trague saliva—amantes trágicos, tal vez.—el sonrió de lado a lado y asintio. —Ahora si nos entendemos, soy Shoyo Hinata, un placer—me extendió la mano y yo obviamente la tomé, si que era un idiota.
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