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Me levante de la cama, estaba completamente cansado a pesar de haber dormido mis ocho horas correctamente después de dias sin poder pegar ojo. Tome una pequeña siesta para recurar el sueño atrasado que estaba acumulado. 

Me levante para ir a buscar algo con lo que poder llenar mi estómago. Mientras caminaba me di cuenta de que mi cabello estaba largo, cuando regresé lo primero que hare es cortar mi cabello porque parecía ya un estropajo. Entre a la cocina encontrándome con la cocina que estaba llena de todo tipo de platillos que estaban siendo envueltos en plástico por Anya.

Anya junto con los demas trabajadores desde hoyse presnetarian a trabajar en la casa. El celo de Max duro aproximadamente una semana por lo que ninguno se presentaba por la alta cantidad de feromonas que hay en este lugar. 

—Hola buenos días. 

—Buenas tardes, ya pasa de medio día. — Me avergoncé al escuchar que ya era tarde. —¿Dese algo de comer?

Anya de inmediato me sonrió y me pregunto para que no me sintiera avergonzado por dormir más tiempo de lo normal, haciendo que ella tuviera que trabajar el doble. Me acerque a la mesa para observar todos los platos que estaban llenos de comida para decidir qué comer. 

—Si, creo que todo se ve delicioso. — Había encelada, pasta, pure de papa y algún corte de carne.

—Si lo deseas puedo servirte un poco de todo, debe de estar hambriento por saltarse el desayuno.

—Esta bien, ahora mismo acepto lo que sea que me quiera dar. 

Anya saco un plato y con una cuchar comenzo a servir una considerable porcion de cada cosa que hizo. 

—Ahora estará listo, la comida todavía está caliente.

—Gracias. — Mire por todo el lugar buscando alguna seña del el alfa, la casa estaba n completo silencio si no fuera por mi conversación con Anya. Di un vistazo por la sala para ver si estaba por ahí pero no hubo ninguna señal. —El señor Verstappen salió a caminar. 

—Aah... gracias, es que me pareció raro no escuchar a nadie. 

—Salió hace un par de minutos. — Me asome por las grandes ventanas que dan a la playa ver si tenía suerte, pero no fue así. —Ya está servido.

—Gracias. 

Regresé a la mesa, me senté para comer. La comida era completamente el paraíso, Anya tenía una gran sazón para que cualquier cosa sepa deliciosa, no perdí el tiempo y comí con demasiada prisa. Platique un par de cosas con Anya para preguntarle su historia en como decidió convertirse en una chef personal y hacerle todo tipo de preguntas que me vienen a la cabeza.

Al terminar mi comida, agradecí a Anya sin parar de halagar lo buena comida que preparo, me levante de la mesa dejando mi plato en la tarja para lavarlo para no darle más trabajo del que ya hizo.

Caminé a la sala con la intención de buscar mi celular, estuve completamente desconectado y podía imaginarme los miles de mensajes que tendría de Yuki y Carola reclamando por mi ausencia. Mi celular estaba en mi habitación junto con mi maleta y la ropa doblada perfectamente. Conecte el cargador a mi celular para poder prenderlo, la batería estaba completamente vacía. Al prender la bandeja se llenó de miles de notificaciones, lo primero que conteste fue avisando a mis amigos ara que no se preocuparan. Lo segundo fui a mi Instagram donde miles de mensajes de fans que estaban esperado otra foto de mis vacaciones para ponerlos al tanto de cómo iba.

Busque en galería para ver todas las fotos que no he subido, gran parte eran selfies, otras eran del paisaje o comida y un par de ellas eran fotos que Max me obligo a tomarme con él para que las subiera y comenzara el rumor de nuestra relación. A día de hoy no subí ninguna porque siempre le ponía trabas diciendo que no era momento. Una de las fotos era agarrándonos de la mano, un poco más a la fuerza, pero era linda ahora que la veía. 

Sick LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora