39

1.1K 152 51
                                    

El regreso fue realmente cansado, Max y yo tuvimos que reorganizar nuestras cosas porque ahora nos mudaremos a la casa del alfa, junto con la gran carga de trabajo que se le presento tras su regreso. Los últimos días de vacaciones fueron realmente memorables para poder, estando juntos todo el tiempo que podíamos dándonos mimos.

La mansión estaba a las afuera de la ciudad, era realmente enorme, ni siquiera he podido visitar todas las habitaciones, por lo que dijo Max muchas de ellas están desocupadas o eran ocupadas como almacén de cosas de las que todavía no se quería deshacer del todo. El jardín era igual de enorme, estaba preocupado de que en algún momento podría perderme en este lugar tan grande, además de no estar acostumbrado a estar en lugres tan amplios. El guarda ropa era enorme y no tenía suficiente ropa para poder llenar todo el lugar. Durante este año y medio me mude demasiado y la última vez no desempaque mucho, eso me resto trabajo a la hora de venir aquí.

Saque algunos de los abrigos de mi maleta y mire toda la habitación para encontrar el mejor lugar para ellos, intentando que no se arrugaran. Soy realmente obsesivo en cuidar mi ropa, no siempre he tenido la oportunidad de gozar de poder gastar dinero en ropa por lo que siempre intento ser cuidadoso.  

—Hola amor. —Max entro a la habitación, sentándose en un sofá individual que acordaban el lugar. 

—Hola, creí que te abrías ido ya a trabajar. — Termine de colgar el ultimo abrigo. 

—Estoy a punto de irme y quise venir a despedirme de ti. — Me jalo de la cintura para que quedara sentado en sus piernas. 

—¿Quieres que te espere a cenar? — Lo envolví con mis brazos y acerqué mi rostro al suyo. 

—Si, quiero que cenemos juntos. — Me robo un corto beso. —¿Seguirás todo el día ordenando tu armario?

—Si, quiero terminar con todo lo de la mudanza hoy, desde mañana tendré mí . — Carola me mando demasiadas propuestas de trabajo en el momento que puse un pie de regreso, después de la actuación que hice muchas marcas querían que participara para campañas donde yo sería la cara principal de la marca. 

—Sabes perfectamente que puedo contratar a alguien que se encargue de hacer esto. — Dijo eso mientras jugaba con mi cabello ondulado enredándolo con su dedo. —Esta tarde vendrá alguien quien se podrá encargar de esto. 

—Yo lo quiero hacer solo. 

—No entiendo por qué, cualquiera puede hacer esto y tu podrías descansar. — Dejo mi mechón de cabello y siguió con otro. 

—Me gusta acomodar mis cosas, soy muy obsesivo con el orden. — Max hizo una pequeña mueca de disconformidad.

—Está bien, solo lo sugerí para que puedas hacer otras cosas, pero si te apetece entonces te dejare. — Me tomo de la nuca y me guio hasta que nuestros labios se toquen de forma ligera. Cada día más, mi corazón y mente aceptaban más a el alfa, en alguna ocasión empecé a tener pesadillas por el secuestro, pero el mismo Max me tranquilizaba. Superar todo el lado amargo es difícil. —Te llamare más tarde para preguntar qué tal tu día. 

—Lo más seguro es que este a partir de las tres con Yuki y Carola.

—¿No las veras mañana?

—Si, pero hoy es una reunión de amigos. 

Max refunfuño y rodo los ojos a la par, no me he encontrado con mis amigos desde que llegue por que el rubio siempre pone trabas y hoy que había oportunidad tenía que aprovechar.

—No me gustas que salgas con ellos... — Cada día tomaba mejor los comentarios tóxicos de Max, de hecho, comenzaban a gustarme, me hacía sentir importante para él.

Sick LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora