—No pasa nada tía Pilar —responde con desgana Daniel.
—Yo creo que si, pero bueno —les sonríe. —Alejandro esta es la invitación para el cumpleaños de Tommy, este año será en mi casa.
—Está bien, en realidad —Alejandro recibe la tarjeta —los niños esperaban a Carolina, pero como por variar no cumplió su promesa.
—Mmm no sé si sea prudente, pero —se muerde el labio nerviosa viendo a los niños alejarse —no creo que venga, es decir, cuando la llame dijo que tenía una cita importante para un trabajo y que podría llevarse todo el día.
—¿Qué tipo de cita de “trabajo” es más importante que aclararle las cosas a los hijos? —inquiere molesto.
—No lo sé… Por cierto, ¿ha hablado con Andres?; no lo he podido localizar desde está mañana.
—No tengo ni idea de donde está, hoy no he salido porque se suponía que Carolina y yo íbamos a hablar con Matias y Daniel, y mire…
—Supongo que está con su papá, —sonríe intentando restarle importancia al asunto.
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Carolina espera ansiosa a Andres, sabe que esta jugando una de sus cartas más importantes al citarlo, se supone que la tonta de Pilar está en la casa de Alejandro con los niños lo cual les da tiempo de sobra para estar juntos. Cuando está por llamar una vez más a Andres este aparece dándole un fajo de billetes al mesero.
—¿Por qué le das dinero al mesero? —refunfuña mientras le da un sorbo a su bebida.
—Porque se te ocurrió la fantástica idea de citarme en una restaurante en donde cualquiera podría contarle a Alejandro y Pilar, y ya sabemos de lo que es capaz mi hermano.
—No tan rastrero como tu, mi amor… —se ríe al ver su cara contrariada.
>>Mi teoría es que mi “maridito” puede ser lo que sea, pero jamás se metería en la cama de Pilar… no haría eso.
—Pilar es demasiado mujer para alguien como Alejandro. Además ella lo odia, solo es cordial porque dice que quiere que sus hijos y él mio se lleven bien en un futuro.
—¿Demasiado mujer? —enarca una ceja. —Tanto que estás tan nervioso por qué alguien te vea con tu amante. Si fuera como dices, no tendrías que recurrir a mi casi que todos los días.
—No voy a hablar de mi vida sexual con Pilar…
—O más bien de la ausencia de ella —finge un bostezo —, pero tienes razón, estamos aquí para hablar de cosas importantes… como que me estoy cansando de vivir en este hotel por no mencionar que estoy harta de compartirte con esa…
—Mucho cuidado con la forma en que hablas de mi mujer, la madre de mi hijo. Así te pese ella sí es…
—Si es ¿que?. Más te vale no recurrir a ningún insulto cuando te refieras a mi o ya sabes que puedo destruir el amor que te tiene esa tonta en solo un segundo.
—Olvídalo, es mejor no entrar en ese terreno. Más bien necesito que vuelvas a tu casa, Alejandro está descontrolado y más sangriento de lo normal.
—¿Estás loco, verdad? Es que es lo único que se me ocurre pensar para que me digas semejante cosa tan estúpida. Yo deje a Alejandro porque ya no lo soporto, ¿acaso te gusta compartirme con él?.
—Carolina lo que no me gusta es pensar en lo que puede suceder sí Alejandro se entera de esto —mira su móvil y ve que una vez más Pilar lo está llamando, decide silenciarlo.
>>Te propongo algo, ve a tu casa por unos días, tal vez un par de semanas y yo arreglo todo para que podamos ser felices de una buena vez.
Carolina se muestra pensativa, parece estar reflexionando sobre aquella propuesta y se muestra un poco convencida al ver que por primera vez desde que son amantes Andres la toma de la mano y del rostro en público.