"𝗟𝗶𝗻𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗼𝘄𝗻 𝘁𝗵𝗲 𝗯𝗹𝗼𝗰𝗸 𝘁𝗼 𝗯𝗲 𝗮𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱 𝘆𝗼𝘂
𝗕𝘂𝘁, 𝗯𝗮𝗯𝘆, 𝗜'𝗺 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝗶𝗻 𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲."
Donde Jake se siente celoso de que el bailarín que contrató para su tour está ganando más popularidad que él mismo.
O donde...
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Park Jay ha sido la mano derecha de Jake incluso desde que ambos decidieran que hacer con su vida, eso fue cuando ambos cursaban la secundaria.
No eran los únicos en esa institución estadounidense en tener ascendencia coreana, tal vez fueron sus gustos musicales y el futbol lo que les hizo encajar bien. No hay nada que pueda unir a los hombres mejor que los deportes, después de todo.
Jay fue la primera persona en conocer la afición de Jake de manera profesional a la música. Era bien conocido en toda la escuela que Sim formaba parte de la orquesta como violinista, incluso en algunas ocasiones lo escucharon cantar en los teatros escolares. Pero para la mayoría, la música era solamente un hobbie, una habilidad necesaria que el brillante australiano poseía para complementar su imagen como un estudiante ejemplar y como miembro del equipo de fútbol.
Los papás de Jake habían dado por sentado que su brillante hijo acabaría estudiando una ingeniería en alguna universidad prestigiosa.
De manera global, la mayoría de las personas que lo conocían tenían una expectativa sobre su futuro. Excepto su mejor amigo, Park Jay, quien estuvo ahí para él en todo momento, desde ese día en el que le dijo a sus papás que estudiaría producción musical, hasta la vez que decidió sacar su primera canción propia en el pequeño canal de YouTube en el que comenzó hace un par de años, y que, por fortuna, fue bien recibida; lo que le impulsó a continuar con su proyecto de convertirse en cantante.
Jay había iniciado su carrera musical de manera independiente a la de Jake, siendo el guitarra y vocalista principal de una banda de rock que para entonces emergía como un éxito de taquilla. Ambos estaban muy ocupados en sus proyectos, aún así, se esforzaban en que la comunicación entre ellos permaneciera igual de intacta que siempre.
Aunque eso a veces implica detalles poco convenientes. Como las diferencias de horario.
—¿No es un poco tarde para que estés al teléfono? Son las tres de la tarde, allá deben ser, ¿qué? ¿una de la mañana?
Jake suelta un bufido bajo al escuchar la respuesta tras el teléfono. Decidió hablar con su mejor amigo al regresar a su casa luego del concierto. Sabía que no se encontraba pensando de manera correcta, y también sabía que Jay siempre tenía las palabras perfectas para bofetearlo con la realidad y así pensara con la cabeza fría.
—No seas exagerado, son las doce apenas —y hace un ademán con su mano, aunque sabe que no lo está viendo. —Solo quería saber cómo le está yendo a mi mejor amigo con la grabación de su álbum.
Una risa irónica se escucha del otro lado.
—No seas ridículo, no me vas a llamar solamente para preguntarme cómo está el clima en Seattle — la voz de Jongseong sale con jocosidad. —. Dime qué sucede.
Los labios de Jake se tuercen. Decide tumbarse con sus extremidades extendidas en su suite, para poder relatarle a su amigo lo que le está sucediendo con mayor comodidad.
