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Jake había tenido un día terrible

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Jake había tenido un día terrible.

Los medios no tardaron en pedir extrevistarle a él y a SungHoon, a pedirles que fueran la portada de su revista de ese mes. Cada que esos dos aparecían juntos en algún lugar las ventas se disparaban para cualquier medio afortunado que ellos hubiesen aceptado. Lo cual a Jake no le molestaba, él amaba trabajar con su amigo.

Lo que le fastidiaba era que se pasaran de confianzudos e hicieran preguntas imprudentes sobre la clase de relación que ambos guardaban, que insinuaran que SungHoon era una cara bonita y que por eso le funcionaba estar cerca de él o que las revistas los vieran como pedazos de carne andantes y al final las entrevistas que les hacían fuesen mediocres o superficiales. Y bueno, todo eso le había sucedido en el mismo día. Y aunque su amigo le dijo que eso es algo con lo que todo artista debe lidiar, a Jake se le dificultaba cada vez más responder de manera neutral y respetuosa. 

Había movido unas cosas en su agenda porque supuestamente tendría una reunión con una marca que le había solicitado como embajador, pero le notificaron ese mismo día que tendrían que aplazar la fecha de dicha reunión por motivos de fuerza mayor. Por él que lo aplacen hasta el día de su sepultura, no estaba dispuesto a firmar contrato con una empresa tan informal. Solo dejaron la carga de su agenda desbalanceada. 

Por si no fuese suficiente con eso, justo cuando decide ir al estudio para drenar su energía por medio de la música, cuando piensa que al menos puede tener una noche tranquila, largarse al hotel a comer helado y ver Breaking Bad en paz, se topa con la persona que menos quiere ver. Lee Heeseung.

Y eso terminó de ponerle los nervios de punta. De alguna manera tenía que sacar el mal genio que se había guardado ese día y él apareció. A pesar de que Jake nunca fue partidario de desquitar las emociones propias con las demás, consideró que el mayor ya le debía varios corajes y si se desquitaba con él era parte del karma. Y lo hizo, pero después...

Todo pasó demasiado rápido. 

Jake no supo en qué momento Heeseung había comenzado a besarle cuando aún estaban en el elevador, ni cómo salieron de él sin llamar la atención, mucho menos sabía en qué momento habían llegado a su suite o si él realmente puso resistencia (probablemente no) cuando el mayor lo atrapó de nuevo contra la pared más cercana. Era como si ambos hubiesen entrado en piloto automático y estuviesen actuando por mero impulso, presos del deseo que habían acumulado durante tanto tiempo.

Y sabía que quizás por la mañana se arrepentiría por dejarle esa apertura y prácticamente haberse ofrecido al mayor, pero en ese momento no le podía importar menos. Él tenía todas sus emociones a flor de piel y esa parecía la manera más extrema pero eficiente de quitarse todo el estrés de encima. 

"No sé qué te hace pensar que lo voy a seducir, pero no estoy en eso."

Lo que le había dicho a SungHoon hace unos días en Londres viene a su cabeza, no habían pasado ni dos semanas y ya se estaba tragando sus palabras... bueno, Heeseung las estaba tragando por él. El beso que compartían en esos momentos era todo menos tranquilo, Lee sostenía el rostro de Jake con ambas manos disponiendo de él a su antojo mientras este sostenía sus brazos con fuerza, intentando apoyarse en algo. El mayor exploraba su cavidad con devoción y sus lenguas danzaban juntas en algunos instantes, como si con eso quisiera demostrarle cuánto lo había querido en los últimos meses y cuánto no había podido hacer.

ONE OF YOUR GIRLS || heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora