"𝗟𝗶𝗻𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗼𝘄𝗻 𝘁𝗵𝗲 𝗯𝗹𝗼𝗰𝗸 𝘁𝗼 𝗯𝗲 𝗮𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱 𝘆𝗼𝘂
𝗕𝘂𝘁, 𝗯𝗮𝗯𝘆, 𝗜'𝗺 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝗶𝗻 𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲."
Donde Jake se siente celoso de que el bailarín que contrató para su tour está ganando más popularidad que él mismo.
O donde...
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—Estoy comenzando a pensar que esto es un secuestro.
Se podía decir que Jake había sido raptado justo después de que terminara su entrevista en uno de los programas locales acerca de su nuevo repackage. YeonJun había llegado a buscarlo a toda prisa diciéndole que había algo que requería de su ayuda urgente. Lo que él no se imaginaba era que al poner un pie fuera del edificio, su visión hubiese sido nublada por un vendaje que el mayor había colocado en sus ojos.
"Es una sorpresa. Atrévete a espiar y tendrás que conseguir alguien más que te ayude con las coreografías."
Aparentemente no era algo de vida o muerte y solo se trataba de alguna estupidez, pero no iba a ser aguafiestas, así que solo se dejó guiar a la camioneta con dirección a quién sabía dónde. Parecía asustador que estuviese cegado mientras lo hacían meterse en un vehículo de manera tan cautelosa, de manera objetiva.
—No te preocupes, tu cuerpo no amanecerá en una bolsa. Yo voy a ser el primer sospechoso si algo te sucede. —escuchar la voz de YeonJun durante el camino era ridículamente tranquilizador, así que prefería no preocuparse por eso.
Las luces que se colaban por los bordes de la venda sobre sus ojos eran débiles, apenas suficientes para distinguir aún era algo temprano por la tarde. El motor de la camioneta ronroneaba bajo él mientras las curvas en la carretera lo hacían tambalearse ligeramente en su asiento. Intentaba desentrañar la dirección, contar los giros, los segundos, cualquier pista que lo ayudara a entender dónde lo llevaban, pero seguía sin poder atar cabos. Igual no iba a preguntar, sabía que YeonJun no le iba a decir nada.
Después de lo que pareció ser una eternidad por fin el vehículo había aparcado y quería pensar que su incertidumbre había terminado. Escuchó el clic de su seguro y el chirrido de la puerta al abrirse.
—Bien, hemos llegado y tú tienes todas tus extremidades.
Jake se rió del chiste tan oscuro de YeonJun y dejó que este lo ayudase a bajar, con pasos cuidadosos y un silencio que le resultaba más inquietante que reconfortante. Sus pasos eran lentos mientras trataba de acostumbrarse al camino. Había algo en él que le hacía saber que era familiar, pero, nuevamente, no iba a preguntar nada, aunque se preguntaba por qué tanto misterio y por qué tanta molestia en hacerlo recorrer tantos pasillos totalmente ciego.
—A este ritmo, en mi próximo álbum tendré que competir en los charts con el segundo álbum de Mozart. —se quejó Jake mientras lo hacían subir por escaleras interminables, harto de seguir subiendo y no saber cuándo se terminaban. Escuchó a YeonJun reírse de su impaciencia.
—Oh, no tienes que preocuparte por que Mozart sunbaenim te robe el éxito —bromeó mientras lo seguía guiando por el camino. —, ya estamos por llegar.
Jake quería reclamarle y decirle que dejara de mentirle. Pero entonces el sonido de una puerta pesada abriéndose llenó el silencio, seguido por un eco sordo cuando cruzaron el umbral.
