¿Los blast?

capitulo 33

Kemuri caminaba por la calle, perdida en sus pensamientos después de su conversación con Misato Mientras pasaba por una cafetería, escuchó a alguien llamarla.

Ayudante 1: ¡Jefecita! ¡Kemuri, espera!

Kemuri se volteó sorprendida. Era uno de los antiguos ayudantes de Senryo, un joven que solía llamarla con ese apodo cuando ella y Senryo estaban juntos.

Kemuri: ¡Hola! No esperaba verte por aquí. ¿Cómo estás?

Ayudante 1: Bien, bien. Estoy aquí tomando un café antes de volver al trabajo. ¿Y tú, cómo has estado?

Kemuri: Pues, sobreviviendo. ¿Y qué tal Senryo?

Ayudante 1: Sigue con sus negocios. Pero, para ser honesto, no ha sido el mismo desde que tú y él se separaron. A veces menciona lo mucho que te amó. De hecho, nunca le hemos conocido otra chica desde entonces.

Kemuri: ¿De verdad?

El ayudante asintió, y la mente de Kemuri fue arrastrada a los recuerdos de su juventud. Recordó cómo los amigos de Senryo siempre decían que nunca lo habían visto tan feliz como cuando estaba con ella.

Flashback: Una tarde en la que Kemuri y Senryo estaban sentados en un parque, riendo y disfrutando del tiempo juntos.

Amigo de Senryo: ¿Sabes, Kemuri? Nunca hemos visto a Senryo tan feliz. Tú eres la primera chica que realmente lo ha tocado.

Senryo, sonriendo tímidamente, había tomado la mano de Kemuri y le había dicho: "Eres especial para mí, más de lo que imaginas."

Fin del Flashback.

Kemuri: No puedo creer que todavía piense en mí. Siempre pensé que se había olvidado de mí después de todo este tiempo.

Ayudante 1: Créeme, jefecita, Senryo nunca te ha olvidado. Aunque no te busque, siempre te lleva en su corazón.

Kemuri, conmovida por las palabras del ayudante, decidió que necesitaba cerrar ese capítulo de su vida de una manera u otra. Después de una breve despedida, continuó su camino, pensando en lo que debía hacer.

Al llegar a casa, Kemuri se sentó en su escritorio, mirando la foto de ella y su madre. Tomó un papel y un bolígrafo y comenzó a escribir una carta.

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Senryo:

Es increíble cómo la vida nos lleva por caminos inesperados. Hoy me encontré con uno de tus ayudantes y me enteré de que todavía piensas en mí. Me hizo recordar nuestra juventud, los momentos felices y cómo nos amamos.

He estado viviendo con un montón de preguntas sin respuesta, pero sobre todo, con la duda de si realmente significaba algo para ti. Saber que aún me recuerdas me ha dado un poco de paz, pero también me ha dejado con una sensación de incompletitud.

Si alguna vez sientes que necesitas hablar, estaré aquí. No sé si el tiempo ha cambiado nuestros sentimientos, pero sé que necesitamos resolver esto, de una manera u otra.

Con cariño,
Kemuri

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Kemuri selló la carta y la guardó en su bolso, decidida a enviársela a Senryo. Sentía que era el primer paso para encontrar la paz que tanto necesitaba.

Al día siguiente, decidió ir a la oficina de correos. Mientras caminaba por las calles, sintió una mezcla de ansiedad y esperanza. Al llegar, entregó la carta y salió con una sensación de alivio.

Mientras tanto, en el consultorio médico, Senryo estaba absorto en su trabajo cuando uno de sus ayudantes se acercó.

Ayudante 2: Jefe, llegó esta carta para usted.

Senryo tomó la carta, reconociendo la caligrafía al instante. Su corazón dio un vuelco. Abrió la carta con manos temblorosas y comenzó a leer. A medida que las palabras de Kemuri penetraban su mente, sintió una mezcla de emociones: nostalgia, arrepentimiento, y una chispa de esperanza.

Senryo: Kemuri...

Tomó un respiro profundo, consciente de que necesitaba pensar en su respuesta. Sabía que esta era una oportunidad que no podía dejar pasar, una oportunidad para redimir el amor que alguna vez compartieron.

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