Qian Jie Mei / Shui Long Yin

★彡[ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 8: ᴇʟ ᴄᴀᴍɪɴᴏ ᴀʟ ɪɴꜰɪɴɪᴛᴏ 01]彡★

En tan solo unos días, la historia de la batalla en el Palacio Biluo había arrasado en el jianghu. Entre los que habían sido sometidos por el palacio, sesenta y tres personas relataron entre lágrimas a sus sectas los horrores por los que habían pasado. Muchos compartieron historias desgarradoras de su terrible experiencia, revelando cómo los engañaron para que consumieran drogas prohibidas y luego los obligaron a ascender a la montaña. 

El Salón Fengliu, astuto y vil como era, incluso se rebajó a usar el atractivo de las mujeres como cebo, y por eso podría considerarse el mayor enemigo del mundo de las artes marciales desde el Culto del Ritual de Sangre.

Es comprensible que algunos optaran por no revelar sus experiencias y prefirieran regresar en silencio a sus sectas. Cheng Yunpao proporcionó a la Sociedad de Espadas de las Llanuras Centrales un relato detallado de la batalla del Palacio Biluo, lo que diluyó sutilmente las tensiones latentes con Tang Lici. Dado que Yu Qifeng estaba vinculado al Salón Fengliu, la audaz decisión de Tang Lici de liderar un asalto contra él fue aclamada como sabia y valiente. El triunfo del Palacio Biluo sobre el Salón Fengliu no solo aumentó su prestigio en todo el jianghu, sino que también reavivó los recuerdos de la batalla en Luoyang de años pasados. 

El Palacio fue elogiado como un pilar firme de la rectitud del mundo de las artes marciales, y el renombre de Wanyu Yuedan ahora igualaba al de las figuras legendarias 'Pelo Blanco' y 'Ojo Celestial'.

En cuestión de días, el otrora secreto Palacio Biluo hizo su presencia en el mundo de las artes marciales, imponiéndose con la autoridad de un gobernante. En cuanto a su regreso a las tierras ancestrales de Luoshui, parecía que Wanyu Yuedan tenía sus propios planes en mente.

Xiao Qilan, que se había recuperado de sus heridas, expresó su agradecimiento y se fue. A partir de entonces, la familia Xiao de Qifeng prometió su apoyo inquebrantable a la causa contra el Salón Fengliu.

Shao Yanping, de la Sociedad de Espadas de las Llanuras Centrales, se dirigió al Palacio Biluo y se embarcó en una campaña contra el Salón Fengliu con implacable celo.

"El Maestro de Palacio Wanyu, tan joven y prometedor como es, sin duda enorgullecería al difunto maestro", comentó Shao Yanping riendo mientras ofrecía frases amables. Su mirada vagó por el Pabellón Lanyi, como si buscara pero no encontrara nada de interés. "Escuché que el Joven Maestro Tang y el Maestro de Palacio Wanyu unieron fuerzas para derrotar a un enemigo formidable. Sin embargo, uno tiene que preguntarse, ¿dónde podría estar el Maestro Tang en este momento?"

Con una taza de té verde en la mano, Wanyu Yuedan dijo: "El maestro Tang está descansando en las habitaciones de invitados. Sus heridas hacen que sea imprudente molestarlo en este momento".

Shao Yanping parecía notablemente desanimado por esta noticia, pero rápidamente cambió la conversación hacia la posible colaboración entre la Sociedad de Espadas de las Llanuras Centrales y el Palacio Biluo, la mano de obra disponible para el despliegue, las posibles ubicaciones de las fortalezas del Salón Fengliu y cualquier estrategia que el Palacio Biluo pudiera ofrecer. 

Wanyu Yuedan respondió con una sonrisa evasiva, evitando una respuesta directa y, en cambio, mencionó que era hora de dejar este lugar atrás y prepararse para su regreso a Luoshui. Cuando Shao Yanping recibió la noticia y preguntó sobre el progreso de los esfuerzos de restauración, Wanyu Yuedan compartió que Tang Lici ya estaba ayudando con la reactivación.

Shao Yanping se rió entre dientes y comentó que, con la participación del Maestro Tang, la Sociedad de Espadas de las Llanuras Centrales también debería contribuir de todo corazón. 

Admitió que, si bien es posible que no puedan competir con el Joven Maestro Tang en términos de contribuciones financieras, están listos para ofrecer su mano de obra sin dudarlo. Wanyu Yuedan expresó su gratitud, pero cortésmente declinó la oferta. A pesar de esto, Shao Yanping se mantuvo firme en cuanto a la ayuda y finalmente le regaló al Palacio Biluo una placa en nombre de la Sociedad de Espadas, como muestra de su apoyo y solidaridad.