lubricán |[ZoSan - LawLu]|

Capítulo 4: Japón.

Llegaron empapados al hotel más cercano a ellos. El cielo se estaba cayendo sobre sus cabezas asi que no tomaron mucho en cuenta el echo de que el hotel donde se estaban hospedado en realidad era un motel, uno bien preparado para ese tipo de interacciones.

Solo lo notaron cuando después de que law pidiera la habitación, entraran y vieran que la habitación prestada tenía una cama matrimonial junto a innumerables luces y cosas rojizas con dibujos insinuantes. Ambos se quedaron congelados en la entrada.

—.... Eh... —Law bajo sus orbes lentamente para observar a luffy hacer sus manos puños apretados, asique se apresuró a decir sin tener que de verlo a la cara:—  Iré a quejarme, dame un segundo.

No quería que mal interpretará las cosas, aunque ¡Luffy era un idiota! ¿A que le temía a exactamente? Era incómodo si, pero seguramente él no estarían tan enojado u al menos eso pensó antes de escuchar lo que tenía para decir el mugiwara, impidiendo que se fuera.

—Tks, Ya que más da. —Soltó duramente para ser luffy de quien estaba hablando, tan duro y profundo que sintió que no podía voltear a verlo.— Solo nos vamos a bañar y a esperar a que nos llamen.

Simplemente cerró la puerta en silencio y escuchó como el chico buscaba una toalla mientras empezaba a desvestirse. La ropa húmeda caía al suelo descuidadamente, una por una, formando pequeños charcos a su alrededor que soltaban un forte chapoteo cuando aún lado les caía una nueva prenda.

La seriedad de luffy para law era algo nuevo y extraño. No conocía mucho al chico pero siempre lo veía con una sonrisa y actitudes algo juguetonas, no con esa seriedad y extraño silenció rosantes con la ira. ¿Tan mal lo había puesto aquel beso accidental? De echo ¿Fue accidental de verdad? Y ahora estaban en esta situación... Soltó un pesado suspiro mientras escuchaba el cierre de la puerta del baño cerrarse.

Finalmente pudiendo voltear bajo la mirada a esa ropa húmeda y soltó un bufido.

—Voy a secar tu ropa. —Subió la voz para avisar.

—Haz lo que quieras. —Luffy le respondió de mal humor dentro del baño, metiéndose a la ducha y abriendo el agua tibia una vez colgó su toalla para empezar a bañarse.

Allí, una vez que empezó a mojarse y su cuerpo se relajó, casi se dejó caer sabiendo que el sonido del agua dentro y fuera de lugar le permitirían privacidad para pensar y maldecir justo como quería; ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué el universo parecía haber decidido que estaría en la situaciones más incomoda posible con su igual? No podía quitarse de la cabeza aquel beso del jefe polar y ahora se le sumaba esa actitud que lograba erizarlo por completo.

¿Le estaba coqueteando o algo así?

Ante esa idea luffy simplemente tuvo un escalofrío junto con una emoción que no pudo identificar pero no era grata, pues jamás se imagino con alguien, ni para una noche ni para toda la eternidad. Simplemente de alguna forma le daba algo de asco pensar en tener ese tipo de interaccion con alguien, y más cuando no sentía casi ningún sentimiento por el otro.