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Con la menor desnuda y sin vida, el hombre comenzó por desabrochar su camisa y abrazar el cadáver; se balanceaba de manera que pudiera sentir el cuerpo desnudo de la menor rozar con su propio torso y esto le causó una erección. Tras acostar con delicadeza el cadáver, empezó a desabrochar su cinturón y lo aventó a un costado; bajó sus pantalones a la altura de sus rodillas, separo las piernas de la menor e introdujo de manera salvaje todo su miembro dentro de ella. Movía su pelvis de manera desenfrenada, sus jadeos y algunas palabras altisonantes revoloteaban en la habitación; sin aviso, saco su miembro del cadáver, lo tomo con su mano derecha y empezó a masturbarse hasta dejar salir sus fluidos sobre el estómago de la menor. Tras la energía gastada, se dejó caer boca abajo sobre el cuerpo sin vida.
El primer hombre había abandonado la habitación con anterioridad, sus manos goteaban algo de agua y en su mano derecha sujetaba una correa que lo conectaba con un perro. En la mano opuesta cargaba una bolsa plástica con un pequeño bote de helado en su interior. Al llegar a la escena no lo pensó mucho; le pidió al camarógrafo que se pusiera de pie y con su ayuda retirara los cadáveres, la mujer, quien desde un rato había soltado a los niños, ya estaba de pie sujetando al can y los niños seguían en su posición esperando lo peor. Dios se apiade de ellos.
Con brusquedad, el hombre se dirigió a la niña y levantó su vestido de unicornio. Le retiró las bragas para recubrir su vagina con

Diversión Familiar (Versión Corta).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora