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el helado. La menor lanzó un leve quejido provocado por el frío cuando la mujer se acercó con el perro y este empezó a lamer el helado de manera errática. En primer plano, el camarógrafo muy atento grababa la escena, el cómo el canino metía su lengua dentro de la menor para comer un poco de helado, los constantes quejidos que confundían con gemidos que soltaba la menor. Ciclo que se repitió un par de veces hasta que el perro empezó a soltar pequeñas mordidas al clítoris de la menor, quien no dudaba en lanzar manotazos y patadas al can.
El perro es apartado de la escena por el camarógrafo, quien deja a sus compañeros seguir con el rodaje, y los menores ahora son obligados a tener relaciones sexuales. Se puede apreciar como los padres vuelven a infligir violencia contra los niños con tal de que cumplan lo que se les ordena; en el primer caso se ve como toman al niño de los talones y las muñecas para acostarlo completamente boca arriba, después hacen lo mismo con la niña, pero esta queda en una posición a gatas. Después de un par de golpes e insultos, ambos niños comienzan a lamber sus partes íntimas entre sí.
El hombre y la mujer se desnudan y entran en escena, cada uno al lado paralelo comienzan a masturbarse frente a la cámara mientras observan a los menores, quienes ahora se encontraban en el acto penetrativo. Los quejidos y llantos de los menores no hacían más que excitar a los violentadores cuando, de manera abrupta, estos separan a los infantes y comienzan a copular con ellos. El hombre embistió de manera salvaje a la

Diversión Familiar (Versión Corta).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora