Capítulo 2

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Realmente no soy de los que deliran por algo, o que suelen enloquecer al hacer algo que sé que no debería haber hecho, simplemente suelo tranquilizarme diciendo que ya lo arreglaré, y la mayoría de las veces lo hago. Soy más propenso a preocuparme por los errores que podría cometer en un futuro, que de los que ya no puedo cambiar.

Tampoco soy de las personas que se mueven por impulsos, quiero decir, al haber estado tantos años jugando al voley he aprendido a aplicar algunos aspectos de ese deporte a mi vida cotidiana, queriendo siempre analizar todo antes de actuar.

Ni siquiera soy alguien que se deje engatusar por cursiladas, ya que estoy bastante acostumbrado a ellas. Las chicas de mi instituto se empeñan en hacerme saber a cada segundo todo lo bueno que opinan de mí, lo que en realidad agradezco, porque mi autoestima no es la más estable, pero a veces me hace sentir inquieto. Mis dos exnovias también me decían frecuentemente cosas cariñosas y por el estilo, así que me consideraba bastante inmune a ellas.

Parece que estoy haciendo el test del mbti, pero realmente solo doy datos sobre mí que me parecen importantes, y, que sin embargo, estoy contradiciendo en este mismo instante, en esta extraña situación.

Ah, y se me había olvidado otro dato bastante relevante. Claro. Por supuesto.

No soy del tipo de persona que... Bueno, ya sabéis.

Gay.

       - Tooru...- dejó escapar mi mejor amigo entre suspiros mientras, literalmente, enredaba su lengua con la mía.

¿Entendemos la gravedad de la situación?

De repente me volví más consciente de lo que estaba pasando, lo aparté de encima mío (¿Cuando se colocó encima mío?) y me incorporé en la cama.

Me costó unos segundos estabilizarme antes de que pudiera levantar la vista y mirarlo.

Oh dios.

       - Yo...- empezó. Creo que era la primera vez que le veía tan nervioso. - Yo sólo...

Por un momento, sentí que iba a vomitar. No por el beso, claramente, había sido más que agradable. Solamente se puso a pensar en lo que vendría ahora. Muy probablemente Iwa se había equivocado, no querría verlo nunca más, tal vez su amistad se jodería, tal vez la gente se enteraba y empezaban a llamarme maricón.

No, no, no. No soy un maricón.

Pero entonces vi cómo Iwa me miró a los ojos. Y se rió.

       - Dios - dijo, mientras se tapaba la cara con las manos y soltaba risas nerviosas. - Me quiero morir.

De repente entendí lo absurda que era esa situación. No era un desconocido, era Iwa, era mi Iwa. Habíamos pasado literalmente de todo, nuestra amistad había superado mierdas más grandes que un beso -o varios-. Me uní a el en su risa y me inclinó hacia delante, apoyándose en sus piernas.

       - ¿Que haces, idiota? Tú no te puedes reír, es de mala persona, soy yo el que está pasando vergüenza. - dijo mientras me tiraba un cojín que tenía al lado.

       - Perdón, es que - mi risa se intensificó.- Realmente nunca me imaginé compartiendo saliva contigo, ¿Sabes?

       - Fue tu madre la que me enseñó que hay que compartir. - Iwaizumi se encogió de hombros.

       -Eso ha sonado realmente mal. Y ya sé lo de compartir, se ve claramente en Godzalien. - Iwaizumi abrió la boca.- Y antes de que me digas que no se llama así, si que lo hace, lo bautizamos juntos, ¿Te acuerdas? Lo compartimos y pusimos un nombre equilibrado.

       - Sí, es verdad.

Entonces nos quedamos en silencio. Era increíblemente cómodo teniendo en cuenta la situación, y no podía estar más agradecido.

Lo veía solo de reojo, pero podía llegar a visualizar como me miraba Iwa. Claramente no me había olvidado de la confesión, y empezaba a creérmelo. Iwa no se preocupaba tanto por nadie, ni miraba así a nadie cuando creía que no le notaban -creedme, le observo todo el tiempo-. A mí me encanta, pero nunca lo he considerado un sentimiento amoroso. Nunca hasta que Iwa hacia cinco minutos me había invadido la boca.

Noté cómo me agarró del pie y empezó a acariciarlo con el pulgar en movientos circulares.

       - Lo de que estoy enamorado era verdad. - dijo con una sonrisa triste.

       - Lo sé. - contesté con la misma expresión.

       - ¿Piensas hacer algo? - en su voz se notaba que ya no le quedaban esperanzas, Iwa sabía que yo era heterosexual, lo sabía mejor que nadie, y sin embargo—

       - Yo...- no sabía que responder.

       - Ya. Está bien.- dijo con una risa cansada y se tapó el rostro mientras se inclinaba hacia atrás.- ¿Qué vamos hacer ahora?

Tenía razón, ¿Que haría yo ahora? Lo máximo que podía hacer era esperar y rezar que a Iwa se le pasar este enamoramiento lo antes posible. Dios, era un idiota, ¿Cómo pude devolverle el beso? Le di falsas esperanzas y ahora me odiará. Soy una mala persona. Soy—

       - Hey. - no me había dado cuenta de que había empezado a llorar hasta que miró y extendió sus brazos. Yo acepté la oferta con gusto y me lanzé hacia el mientras rodaebamos el cuerpo del otro con nuestros brazos.

       - No quiero perderte. - él era el único con quien podía expresarme así.

       - Lo sé. Lo siento.- me dio un beso en la coronilla, como hacía casi siempre que estábamos solos o en confianza, y se sintió increíblemente familiar y reconfortante.

¿Y que se supone que haría ahora?
















Holaaa

Perdón por tardar tanto

Tiene Happy ending lo juro

Que sepáis que os puto adoro A TODOS (cinco personas, pero son de los reales)

Me despido guapess

      

I Will Never Change It  [IwaOi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora