Flowers from 1970 | Luckity version

capítulo 2

— ...No puedo decirte mucho. ¿No es ciencia ficción de conocimiento común que decirle a alguien demasiado del pasado arruinaría el futuro? — Luzu le dijo a Quackity.

— Supongo qué tienes razón — Quackity suspiró — bueno, ahora sé que me mudé, ya que ahora vives en mi casa.

— Entonces, ¿Quien es George? — preguntó Luzu.

— Es mi amigo, ya sabes que se llama George, y supongo que tienes su teléfono, pero no sé por qué terminó ahí en mi casa.

— ¿En serio? ¿Eso es lo que te confunde? ¿Qué pasa con la parte de "hablar con alguien de otro tiempo"? — Luzu mencionó.

— Obviamente yo también estoy confundido — era como si Luzu pudiera ver a través de el — ¿Cuántos años tienes?

— 24.

Luzu no sabía por qué le contaba todo esto a un completo extraño, pero su soledad y desesperación se apoderaron de el.

— Tengo 21 — Quackity contestó sin dudarlo, y Luzu asumió que era un hombre totalmente seguro de si mismo.

— ¿A qué te dedicas? — Luzu dejó que la curiosidad reemplazara su ansiedad por el teléfono mágico.

Quackity rió entre dientes.

— Entreno béisbol para niños pequeños. Me encanta el béisbol, ¿Y tú?

— ¿Amo el béisbol? ¿O lo hago para ganarme la vida?

— Mm, por qué no contestar las dos, tengo tiempo.

Luzu se acostó en su cama y miró al techo.

— No me gustan tanto los deportes. Además, me gano la vida programando videojuegos para computadoras.

— ¿Qué tipo de trabajo es ese?

Luzu sonrió.

— Olvidé que probablemente no sepas lo que son todavía.

— Pues si. ¿¡Hola!?, ¡Estoy en el pasado! — Quackity bromeó y Luzu rió.

— Bueno, tengo que irme, debería dormir.

— Buu — Quackity abucheo por el teléfono.

Por más divertido que fuera hablar con Quackity, se estaba haciendo muy tarde y tenía proyectos que terminar.

— Adiós número equivocado — Quackity se despidió de el.

— Adiós viejo.

— ¡Oye!, todavía no soy viejo — Quackity se rió antes de colgar.

Había pasado una semana desde que Quackity y Luzu empezaron a hablar, y no hace falta decir que se habían hecho muy buenos amigos. Luzu había empezado a almorzar en su habitación, esperando una llamada telefónica aproximadamente a la misma hora todos los días, y nuevamente con la cena por las noches.