Flowers from 1970 | Luckity version

capítulo 4

Luzu estaba sentado frente a su computadora, terminando el trabajo por qué había estado demasiado concentrado  hablando con Quackity para recordar haberlo hecho.

Cada vez que abría su computadora, siempre tenía que resistir la tentación de buscar en Google interminablemente a Quackity, pero su promesa de no ir a buscarlo era más importante que su curiosidad.

Estaba apresurando su proyecto, esperando que sonara su teléfono. Esto se había convertido en algo cotidiano, posponer las cosas y luego acostarse en su cama con el teléfono a su lado esperando la llamada de un chico que nunca había conocido en persona.

La magia y la imposibilidad de todo el asunto habían pasado. Su interés por Quackity y su vida le había hecho olvidar lo absurdo que había sonado todo el asunto.

Le hizo olvidar lo lejos que estaba de Quackity en el tiempo.

Quizás era el hecho de que se había sentido solo. Su familia había regresado a España y él había vivido solo durante los últimos 6 años, solo tenía uno o dos amigos con los que ni siquiera había hablado en meses con cada uno.

Aveces, cuando te sientes solo, te aferras a la única persona que te hace sentir que tienes a todos en el mundo. Para Luzu, eso fue Quackity.

Quackity le preguntó cosas que nadie se había molestado en preguntar. Desde cosas simples como que tal fue su día, hasta preguntas únicas como que se llevaría consigo si tuviera 60 segundos para esconderse en un refugio antes de un ataque alienígena. No recordaba la última vez que alguien había estado tan interesado en él y lo que tenía que decir. No recordaba cuando se había escuchado por última vez a sí mismo hablar de cosas de las que en realidad le gustaba hablar.

Así que si, a pesar de la diferencia horaria (no es broma), había una conexión allí que le importaba, la primera conexión que había tenido en mucho tiempo.

Mientras presentaba el trabajo de codificación de su día, caminó distraídamente hacia la pared. No sabía cuántas veces lo miraba al día. Desde el "Hola" en la esquina de la habitación, hasta las dos huellas de manos hechas con la misma pintura en diferentes momentos, saber que había algo que demostraba que el chico con el que estaba hablando existía, lo hacía sentir tranquilo cuando su mundo se desmoronaba.

La foto de Quackity yacía sobre su escritorio, su sonrisa permanecía capturada en el papel de la polaroid que había sobrevivido cincuenta años bajo tierra.

Además presentando el hecho de que Quackity era real.

Entonces, mientras sostenía el teléfono en su mano todavía vagamente manchado de pintura, esperando una llamada, no lo vio como una perdida de tiempo, lo vio como una oportunidad para finalmente hablar con alguien que se preocupa por el.

Justo a tiempo, el teléfono empezó a sonar y contestó rápidamente.

— ¿Entonces viste la foto? — Quackity no había perdido el tiempo en preguntar.

Luzu miró hacia la esquina de la habitación sobre el escritorio donde estaba — Si, lo hice. Ese eres tu ¿Verdad?

— Si — Quackity suspiró mientras aparentemente se desplomaba en una silla — mi amigo George lo tomo. El gato es mi gato Tigre.

— Cuando llamaste a este teléfono, es por qué pensaste que era George, ¿Verdad? — Luzu preguntó con curiosidad.

— Si, este es su número — Quackity respondió — pero no sabe que hablo contigo, creo que me vería como un loco.

Luzu se rió entre dientes — Ya estás loco Quacks.

— Gracias Gracias — Quackity soltó risas cortas — así que pensé en la ciencia de todo esto — dijo después de haberse recobrado.

Luzu arqueó una ceja — ¿La ciencia? ¿Es esto incluso ciencia? Esto es pura magia de ciencia ficción — dijo Luzu medio en broma.

— Bueno, si, pero si todos nuestros experimentos con la cápsula del tiempo y la pintura funcionaron, significa que yo existo en tu así llamada "línea del tiempo" y estoy en algún lugar de tu mundo existiendo como un pobre anciano — dijo Quackity.

— Sigue... — Luzu estaba intrigado.

— Eso debería significar que antes de nuestra primera llamada telefónica, no sabía que existías todavía, pero después de que comenzamos a hablar, creo que comenzamos a modificar mis recuerdos en tu tiempo y agregar eventos que creamos.

— Entonces... — comenzó Luzu — ¿Por qué no me has visitado todavía?

— Como dije, podría estar muerto o tener alzheimer, o simplemente negarme a verte por alguna razón que aún no conozco — Quackity sugirió.

— ¿Por qué no me dejas buscarte en internet entonces? — preguntó Luzu. Quackity sabía sobre el internet por qué Luzu había pasado horas tratando de explicarle el concepto.

— Simplemente — luchó — no lo sé. Supongo que me gusta la idea de que estamos hablando como si toda esta brecha de 50 años no existiera. Es extraño pensar que ahora soy un anciano en tu tiempo, y que estamos tan lejos el uno del otro. Descubrir sobre mi "yo" viejo solo demuestra que nuestra amistad nunca será normal — Quackity había hecho todo lo posible por explicarlo.

— Entiendo y siento lo mismo — Luzu dijo en voz baja.

— Gracias. Y también gracias por mantener tu promesa.

— Por supuesto, cuando quieras — Luzu sonrió y miró el reloj — debería dormir. Es tarde y tengo una reunión con algunos colegas mañana temprano.

— Diviértete con eso — Quackity rió — buenas noches, número equivocado.

— Buenas noches, viejo — Luzu bromeó.

— Ni siquiera soy-

— Todavía, si, si, duerme bien Quacks — Luzu terminó.