Flowers from 1970 | Luckity version

Epílogo

Quackity finalmente había colgado el teléfono, nunca lo había tocado y evitó mirarlo de nuevo. Simplemente no podía obligarse a sí mismo.

Se mudó de casa poco después. Lo había hecho varias veces antes de establecerse en Los Angeles. Allí conoció a una hermosa mujer llamada Tina. Con quién se casó. La pareja finalmente estaba esperando a su primer hijo y no estaban seguros del nombre hasta que Tina encontró una nota adhesiva con "Charlie" Garabateado el ella.

Le había preguntado a Alex que significaba la palabra, pero él negó tener conocimiento de lo que significaba o de dónde venía. Después de convencerlo, Alex accedió a llamar a su primer hijo Charlie.

Charlie había tenido una infancia feliz, con padres amorosos que le dieron todo lo que siempre quiso o necesitó. Alex le contaba cuentos a la hora de dormir todas las noches y, a veces, George también venía a compartir los cuentos.

Unos años después, Tina esperaba otro hijo. Casi al mismo tiempo, que el amigo de Alex, Techno, había perdido su larga batalla contra el cáncer. El segundo hijo de Alex fue apodado Techno en su memoria.

Alex siguió manteniendo su cuaderno de fechas cerca de él, planeando ir a visitar a Luzu Borja él mismo, pero no pudo hacerlo, por lo que se dirigió a la persona que le creía. Charlie.

Había seguido viviendo una buena vida y plena, pero sin olvidar nunca el chico con el que hablaba por teléfono.

★

Luzu se quedó mirando las huellas de las manos en la pared todas las noches durante semanas, hasta que notó algo escrito debajo de ellas.

"Te amo" leyó.

Había colocado su mano sobre la huella de Quackity y se derrumbó, escuchando Unchained Melody hasta que se durmió todas las noches, asimilando las palabras y maldiciendo el tiempo.

Woah, my love, my darling I hunger for your touch. Alone. Lonely time. And time goes by, so slowly and time can do so much. Are you still mine? I need your love.

Todo lo que escuchó fue la voz de Quackity. La foto del joven Alex estaba sobre su escritorio, enmarcada y sin tocar.

Había cumplido todas las promesas que le había hecho a Quackity. Cuido las flores, las que habían florecido dos. Una se mantuvo en el patio de Luzu para crecer y vivir, mientras que el otro fue cortado y colocado en la tumba de Quackity.

Al cabo de un rato se dio cuenta de lo que hacía Quackity no era egoísta y que era más que nada un acto de amor. Era el cliché "si lo amas, déjalo ir".

Luzu fue dejado ir. Finalmente, Luzu había salido a la calle por primera vez en más de un mes. Olió el aire fresco del otoño y recordó que la última petición que Quackity le hizo fue que viviera su vida.

Así que lo hizo.

No hubo explicación ni respuesta sobre, por qué un día, a fines de julio, tanto en 1970 como en 2020, una llamada telefónica había sido lo suficientemente poderosa como para romper el tiempo.

Ni Luzu ni Alex habían ido a buscar a nadie ni se lo habían contado a nadie. Las llamadas telefónicas, por inexplicables e imposibles que fueran, y todo su contenido siguen siendo sus pequeños secretos.

Las llamadas realizadas desafiaron todas las leyes del tiempo y el espacio, pero no coincidían con lo mucho que habían cambiado la vida de dos jóvenes.

La conexión de esos dos corazones era más fuerte que la magia que los unía.

Entonces, por más doloroso y trágico que se haya vuelto al final de esta historia, ahora sabes que una vez,
en el mismo cuarto,
en la misma casa,
con 50 años de diferencia.
Luzu y Quackity se había amado.