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"Otro día más, donde amenesco vivo", pensó Tomioka mientras dejaba salir un bostezo.

Gracias a la luz del sol en su cara pudo despertar unos minutos antes de que sonara su alarma. Bueno, esto no le importaba, de todos modos tenía el sueño un poco ligero y por cualquier cosa despertaba.

Ya después de haber despertado completamente se levantó de su cama para dirigirse al baño a prepararse. Comenzó quitándose su pijama, la cual últimamente le quedaba un poco más ajustada. Era raro, ya que él no ha estado comiendo tanto, pero bueno, no importaba. Continuó desatando su cabello para así poder lavarlo. Entró a la ducha ya desnudo y comenzó a dejar caer la fría agua por su piel y cabello.

Después de haber terminado, salió de la ducha y se envolvió con una toalla el cuerpo y otra más pequeña para el cabello. Comenzó a secarse, parando el acto al ver su vientre; raramente se veía un poco más grande, aunque no estaba gordo y eso era lo que importaba; si no, sus alumnos dirían que él no es el mejor ejemplo para decir que hay que seguir una dieta sana y balanceada, como le había dicho clases atrás.

Si. Sus alumnos le tenían mucha confianza a Tomioka; al no ser tan estricto como los demás profesores, ellos podían ser un poco más libres en su clase.

Giyuu se encontraba ya terminando de cambiarse; se estaba poniendo su habitual uniforme de trabajo, su ropa de educación física. Qué bueno, no era como si no le gustara, pero al ser la misma de siempre, estaba un poco acostumbrado. En cambio, a los demás profesores unos días de la semana les tocaba un uniforme y los otros días de la semana otro uniforme diferente.

Aunque bueno, no importaba. Realmente nada le importaba.

Su uniforme no era tan malo; tenía unos colores azules que combinaban un poco con su cabello y ojos, parte que le hacía resaltar un poco su figura. Solo un poco, no es como si fuera la gran cosa.

Ya listo, miró su reloj, aún le quedaban 20 minutos, así que se dispuso a prepararse su desayuno y un pequeño almuerzo para el trabajo. Decidió que para desayuno se prepararía arroz, pescado a la plancha y té verde. Luego de terminar con este, preparó su almuerzo para llevarlo al colegio: salmón con daikon.

Ya todo estaba listo, nada más faltaba irse. Salió de aquel apartamento donde vivía y se dirigió al estacionamiento para subirse a su auto y comenzar a manejar.

Ya había llegado al colegio, ahora mismo se encontraba por los pasillos dirigiéndose al salón de maestro para preparar algunas cosas antes de que comenzarán las clases

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Ya había llegado al colegio, ahora mismo se encontraba por los pasillos dirigiéndose al salón de maestro para preparar algunas cosas antes de que comenzarán las clases. Iba un poco distraído con su teléfono; acababa de recibir una notificación de este...

  "¿Olvidaste marcar tu ciclo de celo?, o ¿Está retrasado?"
♡DiarioOmega

¿Mi celo? Es verdad, este debería haber llegado la semana pasada. Pensó Tomioka.

A pesar de ser un Omega recesivo, tenía un ciclo de celo estable. Gracias a su salud y a su genética, nunca ha tenido problemas con su celo, pero tampoco tenía a un alfa, así que eso de que su celo se restrace es algo raro y nuevo. Bueno, no era nuevo. Aunque no lo podía negar, había veces que este se retrasaba por algunas semanas o días no más; ya luego después llegaba, así que no había tanto de que preocuparse realmente.

"Luego iré al medi..." Sus pensamientos fueron interrumpidos al chocar con alguien por andar distraído. Era alguien fuerte y rudo, ya que al chocar había retrocedido unos pasos por el impacto.

Al levantar la vista todo su semblante cambió; seguramente recibiría un muy escandaloso "mierda, fíjate por donde vas". Era la típica frase de Shinazugawa.

—¡Tu! —le dijo éste con cara de odio al contrario. —Ven aquí —Shinazugawa le sujetó fuerte del brazo para luego jalarlo a unos de los almacenes de cosas para limpieza.

—Ay... Oye, espera... —fue pegado fuertemente contra la puerta ya cerrada detrás de él.

En eso pudo sentir como Shinazugawa se le pegaba a su cuello. Más bien con su mano le agarraba la mandíbula y giraba su cabeza hacia la izquierda, haciendo que este sintiera una punzada de dolor. No podía ver bien lo que hacía Shinazugawa; no parecía que lo esté oliendo; parecía que estaba viendo su nuca, más bien, viendo el lugar donde se supone que un alfa marca a un Omega.

"Y a este que le picó" Pensó Tomioka. Quería separarse de Shinazugawa; sentía que le era difícil respirar al sentirlo tan cerca, aparte de que este estaba desprendiendo feromonas de enojo y eso lo estaba mareando un poco. Pero no podía hacer nada, más bien no quería hacer nada. Sentía que si decía algo, o por lo menos hacía algo, Shinazugawa se enojaría más y le apretaría más su mandíbula.

Tenía que resistir; sentía que se desmayaba de nuevo. Porque sí, ya se había desmayado, eso había sido exactamente unos días atrás. Había ido al supermercado cuando un alfa borracho estaba esparciendo feromonas así como así, al sentirlas rápidamente comencé a marearme, también comencé a sentir una punzada en mi nuca, pero no le di importancia. Afortunadamente, la cajera de ese lugar se dio cuenta de mi estado antes de que cayera desmayado al suelo.

—Shi... —trataba de hablar, quería pedirle que por favor dejará de esparcir esas agrias feromonas. Si fueran feromonas de felicidad o simplemente no fueran de enojo, seguramente no importaría, ya que las feromonas de él no eran malas, en cambio eran agradables de oler aunque él me odiara. Sus feromonas olían cálidamente a café amargo.

Al yo tratar de llamarlo, este solo gruñó. —Maldita sea —dijo enojado Shinazugawa, mientras soltaba asperamente mi mandíbula y devolvía su vista de mi nuca hacia mí.

No aguanté más, sintiendo como mi cabeza seguía mareada y mi vista se nublaba de negro; terminé desmayandome.

Pov. Shinazugawa Sanemi.

"Mierda, maldita sea. Marqué a este estupido Omega", pensé mientras seguía observando aquella nuca marcada y al parecer herida de el idiota de Tomioka.

Hace una semana atrás había estado con Tomioka, más bien mi lobo (instituto alfa). Al haberme pasado de tragos cuando pude oler las agradables feromonas de Tomioka, mi lobo tomó control de mí y se acostó con él. Afortunadamente había sido en su casa, ya que al despertarme ordené todo para que no se diera cuenta de que estuve ahí y me fui de ese lugar. Agradecida al cielo enormemente de que el estupido de Tomioka no recordara nada, todo estaba bien así; aunque nada más yo recordara aquella noche, no había problema. No hasta que mi lobo me hablara después de días; estaba enojado por haber hecho eso y no hablar con él, pero a mí no me importaba, hasta que me dijo que lo había marcado, maldita sea.

Ahora me encontraba revisando si era verdad, bueno, ya había revisado.

—Shi... —débilmente escuché que el estupido trataba de llamarme. "Aparte de estupido, débil".

Pero en eso sentí que el contrario dejaba de hacer fuerza para mantenerse de pie, así dejándose caer. Por instinto reaccioné rápido agarrándolo en mis brazos.

Gruñi al sentir las feromonas del estupido, olía a miedo. —Ahora que, mierda.




Imagen para inspirar su imaginación ;)

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Obligados a estar juntos [sanegiyuu ' Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora