Jardín de Cierras

13 5 0
                                    

Olía mí presencia mortecina
Pero desvanecía en cuánto la tuya yacía
Moldee una máscara en forma de su rostro
Y si había un "más allá" él era todo.

Su cabello era pasto, tornasol, hasta que se volvió algo que me sugirió dolor.
Tu rostro se estiraba y resonaba en mi tragedia, un cálido sonido, me dejaba perpleja.

Debajo de tu nobleza, alguien menos amable se arrastraba entre tus huellas, era la ausencia, quién me esperaba, al ver que eras una entidad que no me acompañaba.

¿Cómo pueden pensar que no estuviste allí?, ¿Si me acompañaste más que otro ser aquí?. Cantaste dulcemente, lo recuerdo bien, me dijiste algo cómo: "lo estás haciendo bien".

Movías tu alma al danzar firmemente, rebosando confianza que era en mí careciente. Yo valía algo en tus labios en forma de corazón, en tus brazos hirientes; sonreíste y te mofaste del dolor.

Te recuerdo como si vivieras en mí espejo, como si yo misma hubiera tallado cada peca y cicatriz encarnada en tu cuerpo. Te veo en las aves escarchadas, en los claveles de los sueños y en las melodías que compones que aún guían mi vida.

Permítanme descansar de esos 8 fantasmas, quiénes aún me espían mientras cantan y bailan; en el jardín de cierras, dónde no siento, dónde reina la desesperanza y el aburrimiento.

—razhill

Las Anomalías De AngelinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora