capítulo 6

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La vida me ha demostrado que no le caigo del todo bien, jure que no iba a estar en los lugares que Richard estaba, pueblo chiquito infierno grande dicen por ahí, y es cierto.

La gente con tanta plata debería actuar como gente con plata, irse a hoteles caros de lujo, y dejar de joder la vida.

Todos están hipnotizados con Richard y mi casa parece más una dotación de empleados que una familia feliz por que su hija ha regresado.

Richard se ha instalado en nuestra casa, ¿por que?, oh si!, su maldita casa está de remodelacion y el pobrecito no tiene con que para un hotel, además como dijo el " Es mejor estar con la familia".

Donde fuéramos familia me cortaba la vena que nos une.

Richard me esquiva como si fuera mierda, y hace como si no existiera, de verdad se le da bien ser patán, o sea si, dije que no quería verlo y que tendría la fiesta en paz, pero el tampoco colabora

Solo parece notarme cuando están todos , debería darme igual ,pero muy dentro de mi lo quiero

Reviso la hora, todos se ya están acostados durmiendo, así que esta es mi hora para ir a ver que hay en la nevera; al bajar a la cocina todo esta más oscuro de lo normal y eso me da miedo, corro rápido para prender la luz, y a continuación veo a Richard con los ojos cerrados cerca del lava platos.

- Hola Gatinha- mire a mi alrededor si salía corriendo iba a verme como una tonta cobarde.

- No respondí y escondí mis manos para no dejar ver el temblor que tenia

-¿Sabias que es de mala educación no saludar?

- Buenas noches- me voltee para irme sin nada - pero si no has comido nada Gatinha- otra vez esa palabra la odio con todo mi ser, sus pasos eran suaves pero firmes qué amenazaban con quitarme toda mi estabilidad.

- Recuerdas Gatinha que te encantaba, cuando yo te alimentaba a escondidas del mundo

- Recuerdos que nunca debieron existir y preferiría que hubiera sido así

Estaba sonriendo y negando con la cabeza

- respuesta incorrecta Gatinha- Amas esos recuerdos, crees que no me doy cuenta, el odio en tus ojos no concuerda con las acciones de tu cuerpo, no te engañes.

- En Brasil te subieron más el puto ego?- le respondí con rabia- No te creas tanto, para mi sigues siendo la misma mierda que demostraste ser, la tarde que te largaste para Brasil, y dijiste que no volverias pronto burlándote de mí

La distancia que había entre nosotros se redujo a nada - Shh Gatinha, los vas a despertar - poso sus largos falanges sobre mi boca sin ninguna vergüenza de nada- Vas a tener que soportar verme y no poder tocarme como lo deseas- se inclino hasta llegar a mi odio, tenía miedo que mi corazón se saliera de mi pecho - parece que no te vas a escapar de mi Gatinha.

Se aparto dando las buenas noches para luego largarse, mi cuerpo estaba temblando, como lo odio, pero jamás, jamás volveré a caer en sus malditos juegos, me lo  repetía una y otra vez


NO me enamoré de Él | Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora