Oficialmente se quedaron sin dinero cuando la moto se rompió y todo fue a parar a los repuestos y mano de obra.
—Escúchame bien hijo de tu puta madre —Claire tiene al mecánico contra la pared y Sofía no interviene, ya que tiene razón en estar enojada— ¿Crees que no sé que esa orquilla, y la distribución no son nuevas? ¿Crees que no sé que tapa del motor que tiene no es de nuestra moto? —lo suelta— Tienes una hora para recuperar las partes que le sacaste, y ponerle los repuestos nuevos, o te juro que conocerás a Cristo face to face, imbécil.
Él se tropieza, cae al suelo y luego se levanta para comenzar a hacer llamadas, en 57 minutos tiene todas las piezas, pero no ha venido solo, sino que cuatro hombres fornidos están con él, dos están con él con una barreta cada uno, dos atrás de ellos con las manos cerradas en puño.
—¿Cinco contra dos monjas? —dice Vel y su furia aumenta las cosas comienzan a moverse.
Claire la mira a su costado poniéndose furiosa y se acerca para tomar su mano y que se calme, si interviene esos hombres van a terminar muertos y necesitan tu moto armada y no ir presas. Vel se sorprende ante el gesto mirando sus manos juntas pero no se aparta.
—Me parece injusto ser cinco contra dos —Sofía se venda la mano y un rosario en ella, colocándose al lado de Claire—, pero haremos lo posible para no pegarles... tanto, tendrían que haber traído por lo menos a tres más, están en una clara desventaja.
—Si se nos va la mano ¿Están confesados? —se suena el cuello— a veces me emociono y mido mi fuerza —los hombres se miran y los dos de atrás retroceden un paso.
Claire toma una llave la bendice y espera el primer golpe, entre los cincos van trás ellas, Vel está por intervenir y el gato le maulla, no es necesario que intervenga entonces se queda al márgen viendo. Sofía golpea de manera precisa a los que van por ella y entre ambas se ayudan, el fuerte de Claire son las patadas tiene mucha más fuerza en las piernas, patea a uno en la espalda provocando que caiga sobre el auto del mecánico, rompiendo los cristales y abollado su puerta. Vel está sorprendida e hipnotizada, por la destreza de ambas en reducirlos.
«¿Quién pensaría que esta vaga sabe luchar bastente bien? De Sofía no me extraña, pero de Claire me sorprende».
Mira al gato que la observa y se lame la pata, como diciendo te lo dije.
Luego de darles la paliza de su vida, los cinco hombres golpeados se ponen con el mecánico a terminar de armar la moto, a serviles café, mientras uno las abanica porque hace calor. Tres horas después la moto está lista, Claire se lleva la mitad de lo que pagó en mano de obra por las molestias, se suben a la moto y les saca el dedo medio despidiéndose de ellos.
—De igual manera necesitamos dejar eso para el combustible, ni modo que paguemos con oraciones y la madrecita —madre superior—-, no nos dará más dinero —dice Claire—, vieja rancia ¿Cómo espera que lleguemos con tan poco dinero?
—Bueno tendremos que encontrar la manera de... —pasa un camión con la publicidad de una feria que viene a la ciudad y la casa del terror para ser visitada.
—Tengo una idea —dice Claire— aunque no sé si vaya a gustarte.
Se quedan en la capilla del pueblo, y esparcen el rumor de que ellas están ahí, sorpresivamente empiezan los avistamientos y la actividad paranormal llamada "Vel" aumenta. Entonces la llamada que estaban esperando llega, de una de las casas más pudientes de la zona.
—La casa tiene sensores de movimientos, y las luces se prenden y apagan a medida que pasan —le comenta el casero ya que los dueños están en un hotel por el miedo.
Vel comienza a jugar con las luces y las hace parpadear corriendo por el pasillo, yendo y viniendo. Claire la mira y se toca el rostro frotándose la frente y suspirando. Mira al cielo y le pide a Dios mucha paciencia.

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Padre nuestro
Roman d'amourDos monjas exorcistas y un pacto con un demonia que lo cambiará todo. En situaciones desesperadas, se toman medidas desesperadas. La medida desesperada de ellas fue tener que atarse a una demonia, o ser encerrada con ella al artefacto. A veces el r...