Al despertar por la mañana en una camilla, Discord intentó violentamente liberarse de sus ataduras.
Dentro de una tienda de campaña solitaria con solo la camilla y él.
Bon Bon entró abriendo de par en par, haciendo que el sol entrara quemando los ojos de Discord.
–¿Quieres intentar de nuevo?– preguntó enfadada –Porque hoy vengo con ganas de torturarte–
–Sé lo que les hacen aquí– gruñó el hombre –No le harán lo mismo a Fluttershy–
–Veo que todavía tienes fuerzas... Creo que quemarte vivo no fue suficiente–
–No importa cuantas veces me golpeen, jamás les diré nada–
–Entonces me divertire mucho contigo, grita para mi–
Sacó una pequeña aguja de su ropa y la acercó a la mano de Discord.
Mientras los gritos de dolor y sufrimiento del hombre resonaban a lo lejos en la enfermería, la pequeña Apple Bloom le llevaba de comer a su hermana.
–Gracias, terroncito, ¿Como va la abuela Smith?– Sonrió.
–Por ahora ha estado ocupada, los suministros se nos acaban rápido–
–Si... ¿Algo interesante de la expedición de ayer?–
–Ropa y medicina, nada de comida–
–Con Brae con nosotros será más fácil cazar, tendremos comida a montones–
–Quisiera poder ayudar más...–
–No te preocupes por eso, ayudas en lo que puedes, pequeña, no quieras plantar más de lo que puedas cosechar–
–Pero sin ti hemos perdido mucho, la fogata de la noche no se ha podido encender mucho sin la leña que cortas cada día, la caza es mucho más difícil...–
–Entiendo el problema pero por ahora necesito... Necesitamos que puedas empezar a estar lista al igual que yo para ese tipo de tareas, eres muy pequeña para hacer lo mismo que yo, necesitas aprender–
–Quiero aprender, enseñame–
Por fuera de la enfermería los hombres con armadura pasaban rápidamente.
–Muchachos, iremos al pueblo– ordenó el capitán –Veremos que podemos conseguir para la gente aquí–
–Si, señor– respondieron.
Las hermanas miraban como cada uno pasaba frente a la tienda.
–Parece que si venían a ayudar después de todo– sonrió Applejack
–Me agrada el que te dio la golpiza– rió la niña.
–Si... Es muy agradable–
Applejack miró a su hermana tranquilamente mientras bebía de una taza de té.
–¿Por que no lo haces tu novio?– preguntó la pequeña.
Applejack escupió rápidamente ante la sorpresa de la pregunta y la seriedad de su hermana.
El grupo de hombres se detuvo en la entrada del campamento esperando que la madera cayera para salir.
Bon Bon apareció entre la gente caminando hacia ellos limpiando sus manos de la sangre fresca entre sus dedos.
–Discord cantó como canario– sonrió –Fluttershy esta en una casa del árbol cerca de su refugio, el problema es que esa parte es de... Pinkie Pie–
–Ese es nuestro problema ahora, si quiere pelea la tendrá– Respondió el capitán.
–Si esta infectada...– Dijo Rookie
–Denle una muerte rápida... Solo eso–
–Sin problema–
La mujer se fue mientras la mano de Rookie destellaba causandole un ardor agudo.
–Al menos sabemos que no habrá muchos infectados en esa zona– sonrió Richter –Nos dieron una cálida bienvenida aquella vez–
–Será ir y venir, buscamos pistas de La Fiebre Negra y tu Richter haz lo que puedas por arreglar el puto radio de una vez–
–Si, capitán. Ya casi lo tengo, aunque no les recomiendo poner tantas esperanzas en mis dotes para arreglar, soy más de destruir–
–Cállate y vamos–
La puerta de madera cayó frente a ellos dejando el campamento adentrándose en las profundidades del bosque.
Applejack se encontraba apenas levantándose de la camilla ajustando su camisa al nivel de su cintura.
–Señorita Applejack, ¿Está segura que puede volver a la acción? No es ningún problema que se quede– dijo preocupada Redheart.
–Estoy bien, enfermera, ya estuve mucho tiempo en reposo, las manzanas en descanso se pudren más rápido– respondió con una sonrisa.
–Si siente alguna molestia venga en seguida, podría tener algún otro padecimiento–
–Vendre en cuanto me duela la cabeza de nuevo, ¿Hay alguna noticia de Twilight?–
–Tal vez debería ir a preguntarle personalmente, a nosotras no nos dice mucho–
–Anotado–
Se dirigió a la tienda de Twilight hasta que Lyra la detuvo alterada.
–Applejack, Apple Bloom no esta–
Con el rostro pálido se paralizó viendo hacia la muralla de madera.
–Peinen el lugar, encuentren a esa niña– ordenó con firmeza.
–Si, señora–
Dió la vuelta y gritó a sus compañeras.
–¡Ya la oyeron, encuentrenla!–
Apretando los puños se acercó a la entrada del campamento murmurando.
–Niña tonta... Ya voy–
Cuando los hombres en el muro se dieron cuenta de su presencia miraron hacia abajo esperando sus órdenes.
–¡Abran está cosa! Iré con ellos–
La puerta cayó y corrió sin mirar atrás, sin siquiera un arma.
Los hombres habían llegado a la granja de los Apple y se detuvieron junto al granero.
El cráter en la tierra se había erosionado por las lluvias de las anteriores noches.
–Me sorprende que esta cosa siga en pie– dijo Raf mirando el edificio.
–A duras penas, mira como esta– respondió Richter –Pero saben hacer buenos graneros, mira como aguanta–
–Rookie, activa el sensor, veamos si esta vez puedes captar algo– ordenó el capitán.
El joven pulsó su muñeca derecha y observó.
–Nada, no hay enfermedad– suspiró triste.
–Entonces seguire...–
Un ruido se escuchó entre los arbustos poniendo en alerta a los hombres.
La pequeña niña salió tambaleando de entre los matorrales hacia los hombres.
–¿Apple Bloom?– preguntó confundido Rookie.
La niña se quedó viendo paralizada del miedo hacia los hombres para luego ser sorprendida por detrás por su hermana.
–¡Ven aquí, niña!– gritó tomándola del brazo.
Las hermanas se veían con enojo y sorpresa.
–Nos vamos de vuelta a...–
Una horda de infectados se abalanzó sobre el grupo antes de poder terminar.
Rookie invocó su hacha acercándose a las hermanas.
–Detrás de mi y estarán bien–
–Podemos cuidarnos solas– gruñó la mayor.
–No sin un arma– disparó el capitán hacia las bestias.
Rookie blandia su hacha cortando las cabezas de los monstruos mientras guiaba a las hermanas cerca de su equipo.
–Quédense detrás de nosotros–
Las mujeres observaban la sangre y extremidades volar con cada movimiento de los hombres.
–Capitán son demasiados– advirtió Rookie.
–Espero que tengan energías para correr– continuó el capitán hacia las mujeres.
Con miedo en sus ojos asintieron ante el hombre.
–Entonces corran con nosotros, ya–
El grupo corrió alejándose rápidamente de la gran horda de pesadilla que los seguía.
La pequeña niña tenía dificultad siguiendo el paso y su hermana la cargó en sus hombros.
–Richter, danos un poco de tiempo–
–Si, señor–
Guardó la katana e invoco una de sus bombas.
La dejó caer en el suelo dejándola atrás en el camino.
–Cubranse las orejas, señoritas–
Levantó el detonador y miró hacia atrás, una vez que los infectados la pisaron el hombre acciono el botón haciendo que la tierra y una gran bola de fuego con extremidades y cuerpos volaran por los aires retumbando en el suelo y aire.
El grupo de supervivientes se alejaba más y más de las bestias hasta perderlas llegando al pueblo.
Lentamente bajaron la velocidad hasta encerrarse en un edificio solitario.
Los hombres veían por las ventanas mientras las hermanas tomaban aire rápidamente intentando calmarse.
–Niña... Estas... Muy casti... Gada– Decía Applejack entre jadeos.
–No es momento de eso– Gruñó el capitán reuniendo a su equipo –Richter quedate con ellas e intenta arreglar el radio, nosotros iremos por Fluttershy–
–Capitán tal vez tarde días en arreglar el radio– suspiró nervioso.
–No me importa, tenemos que irnos de este universo y ya y sin ese radio no nos podemos mover–
Agachó la cabeza nervioso y asintió sin decir una palabra.
–Capitán, me quedaré aquí– Continuó Rookie –Siento que podría ayudar en la compañía y tranquilidad del lugar si me quedo–
El joven miró a las dos protegidas abrazandose.
–De ninguna...– Negó antes de ser interrumpido por Richter
–Si, ellas dos confían más en Rookie qué en mi–
–Esta bien, Raf y yo iremos a rescatar a la naturista y ustedes arreglen el radio y no causen más estragos, ¿Entendido?–
–Si, señor–
–Sabrán que somos nosotros cuando volvamos, no somos muy discretos después de todo–
Antes de separarse, Rookie miró a su oficial.
–Capitán, hay un Tambaleante merodeando el pueblo, no sabemos que puede hacer–
–No será un problema, preocupate por lo que tienes entre manos, niño–
–Si, señor, buena suerte ahí afuera–
El grupo se separó y ambos hombres salieron y cerraron la puerta a sus espaldas dejando al dúo encerrado con ellas.
–Bien, Rookie, llevalas a otra habitación mientras yo me encargo de esto– ordenó Richter quitándose una placa del hombro derecho.
La niña lloraba en el pecho de su hermana agitada.
–Yo puedo ayudarte...– gimoteó con debilidad.
–¿Sabes arreglar radios interdimensionales?– respondió sarcástico.
–No puede ser tan diferente de un radio convencional–
La pequeña no tenía intención de separarse.
–Apple Bloom, tengo que ayudar, entre más rápido se arregle, más rápido volveremos–
–No...–
Rookie se acercó a la niña y sacó uno de los cables de su pecho y lo puso cerca de la oreja de la infante.
Comenzó a reproducir música en el audífono tranquilizando lentamente a Apple Bloom.
–Te gusta, ¿No es así?– preguntó el joven sonriendo –¿Hace cuanto no escuchabas música?–
–No te separaremos mucho de tu hermana, solo queremos un poco de espacio para que trabaje– continuó con voz cálida –Te dejaré escuchar música mientras esperas, podrás verla todo el tiempo que estemos aquí pero debes soltarte–
Applejack dudó y sostuvo la mano de su hermana pequeña.
–No te la lleves– miró a los ojos del acorazado.
–Estaremos en la silla de allá, solo unos pasos–
–Un paso en falso y te rompo el cuello–
La mayor soltó la mano de la menor y el hombre la llevó lentamente hacia una silla frente a Applejack.
La sentó y presionó una placa en su pecho liberando un aparato al que los cables estaban conectados.
Se agachó y se lo entregó a la niña.
–Es mi reproductor de música, ¿Sabes como funciona?– preguntó gentilmente.
Con la apareciencia de una pequeña caja rectangular con varios botones en la parte inferior, una pequeña pantalla en medio proyectando el nombre de la música, duración y tiempo de reproducción.
Los audífonos estaban conectados en el costado izquierdo.
La niña negó con la cabeza y el joven se levantó un poco junto a la pequeña.
–Este botón es para saltar la canción, ¿Si– señaló con su dedo uno de los botones en el aparato –Este es para pausar y este para volver a empezar o volver a la anterior, ¿Lo tienes?–
–Si...– respondió confundida viendo la pequeña pantalla.
–Bien, toma los audífonos y deja la magia ocurrir–
Puso los audífonos en sus orejas y sus ojos se iluminaron apenas escuchó el ritmo melódico y sereno de la melodía.
Rookie se sentó a su lado en el piso mientras ella movía los pies.
–No nos escucha– dijo –Ya descubrió como subir el volumen tan rápido, es inteligente–
–Es curiosa, es todo– contestó Applejack
–Veamos que puede hacer, señorita– Richter arrojó la placa en su mano a la mujer.
–¿Esto es un radio?– preguntó sin pudor.
–Hecho y derecho, mujer, muestranos tus dotes para arreglar–
Miraba la placa y cada uno de los cables en la parte interior de esta, algunos brillando y otros cortados y lanzando chispas.
–Sinceramente no entiendo un carajo de esto, te lo devuelvo– Respondió arrojando de vuelta la pieza.
–Vaya boca tienes, mujer, nadie te toca los ovarios–
–Dejala en paz, Richter, ya tiene suficiente que soportar con estar aquí encerrada– intervino Rookie.
Centró su vista en la placa de su mano y tarareaba mientras con las garras de los dedos de la armadura movía cables.
–Me divertí mucho en la fogata nocturna del campamento, ¿Hacen una cada noche?– preguntó Rookie
–Si– respondió la mujer –Es una forma de bajar las tensiones y... Evitar sacarnos los ojos–
–Si, parecía que todo el campamento estaba ansioso por pasar el rato en la fogata, entre más se oscurecia la gente más se emocionaba–
–Es un momento de relajación, para disfrutar de quienes estas rodeado–
–Y para emborracharse y follar como animales– interrumpió Richter –Anoche se escuchaban gemidos hasta el amanecer–
–Me sorprende que después de todo tengan para hacer sidra y alcohol, ¿De donde lo sacan?– retomó la charla el joven.
–Twilight– sonrió –Al principio se negó a transmutar materiales con su magia pero cuando se dio cuenta que la gente se volvía salvaje sin sus vicios tuvo que usar magia en objetos para volverlos los materiales para hacer las adicciones más comunes–
–Y de ahí nacen las levaduras, frutos y demás...–
–Si tiene esa magia, ¿Por que tiene que enviar grupos a buscar suministros? ¿Por que no simplemente los aparece?– preguntó Richter.
–Porque se quedó sin magia... Usó demasiada al salvar a todos los que pudo cuando los infectados llegaron y usó la última que le quedaba en crear los portales portátiles de las Scouts y en darle magia a los del campamento para que ellos puedan hacer cosas por su cuenta–
–Hacen alcohol tan fuerte para tumbar a un elefante–
–Si, bueno... Cuando vives en un mundo así lo que menos quieres es darte cuenta de lo que te rodea–
–Y que mejor que estar tan borracho que no puedes ni caminar– sonrió Richter.
–No me recuerdes lo de anoche– suspiro Rookie.
–¿Que pasó anoche?– preguntó Applejack curiosa.
–Dile, Rookie, sin pena–
–Richter y yo nos emborrachamos y cantamos, bailamos e hicimos el ridículo en frente de todos en la fogata–
–Bailamos vals, actuamos como pareja, cantamos como locos, fue una buena noche–
Applejack miraba a los dos hombres reír entre sí mientras su hermana pequeña disfrutaba de la música.
–Veo que tienen una buena relación– dijo
–Claro, dame una botella de bourbon y soy amigo de quien sea– respondió Richter.
–Yo lo soporto, no quiere decir que seamos amigos– contestó Rookie.
–Vaya relación...–
Richter conectó un último cable antes de sonreír y levantarse de la silla sonriendo.
–¡Ya esta! ¡Capitán, ¿Me recibe?!– gritó emocionado.
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La Fiebre Negra (MLP Infection AU's)
Science FictionUn extraño virus causa estragos en diferentes versiones de Equestria al mismo tiempo y de muy diferentes formas alterando el Canon de sus historias, personajes que no son quienes deberían, sucesos que cambian y apocalipsis por doquier. El orden caer...