Apocalipsis 4:0 - Estrella de Ajenjo

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4:1 -He logrado hacer contacto con siete frecuencias alrededor del mundo -nos explica Freddy, parece emocionado por poder contarlo. Ya no está siendo tratado como un intruso, ahora parece que lo vemos como un aliado.

Estamos sentados en una de las largas mesas en la sala.  Freddy en la cabecera, a sus costados Eleazar y María. Joseph y Kenia. Lesley y yo, y junto a mi Sophie. Thomas sigue en la puerta, con el arma larga recargada en su hombro.

El resto del grupo se encuentra en la otra sala. Era como si nosotros nos hubiéramos convertido en el comité principal. En las cabezas del grupo.

-Padre e hijo en México -continúa Freddy, mostrándonos las anotaciones que tenía en la libreta que había sacado de su mochila-. Un hombre solitario en Colombia, un grupo de cinco jóvenes en Argentina, una mujer de Michigan,  un grupo grande en áfrica, una embarcación inglesa y los biólogos de Noruega.

"Además tres señales orientales, de china creo yo, pero no he recibido respuesta de su parte.

Todos nos quedamos en silencio.

-De todo el mundo... ¿Solo has logrado comunicarte con siente personas? -inquiere Eleazar, con algo de incredulidad.

El hombre medio sonríe, pero sin una pisca de felicidad en su rosto.

-Hay un común denominador -explica él-. Y si lo analizan un poco tiene total sentido.

"Las grandes metrópolis dejaron de utilizar los radios como medio de comunicación hace décadas.

"Los podcast y estaciones de radio actuales funcionaban por medio del internet, muy pocos en estudios reales mediante frecuencias.

"Sin intención de ser clasista, las ciudades tercermundistas son quienes más acceso han tenido a estos, porque nunca dejaron de utilizarlos en su día a día. Por eso cuatro de los cinco contactos han sido con ellos.

"Pero además, fuera de eso, si ustedes encontraran un radio... ¿Sabrían utilizarlo? ¿Quién de aquí puede configurarlo para hacer contacto con otras frecuencia?

La pregunta la hace directamente hacia nosotros.

Yo no tenía ni idea. Es mas, podría jurar que nunca en mi vida tuve un radio en mis manos. Solamente el del coche, pero creo que ni siquiera se refiere a ese tipo.

-Estoy seguro que allá afuera ya hay personas intentando comunicarse -continúa él-. Pero muy pocos saben como hacerlo. 

"Además, el radio que yo utilizaba estaba muy limitado e inestable. Fue una suerte que haya logrado hacer contacto. Pero justo cuando encontré la frecuencia en Noruega el radio dejó de funcionar.

-Por eso viniste aquí -interviene María-. Quieres utilizar nuestro equipo.

Todos aquí sabíamos cien por ciento que no teníamos idea de donde está ese equipo que el hombre busca, pero entendía que María debía dejarlo en claro que nos pertenecía.

-Correcto -concuerda él-. Ellos fueron los únicos que están emitiendo señales profesionales. Repiten un mensaje una y otra vez. Al parecer tienen información sobre una zona segura. 

"En cuanto me quedé sin pilas intenté salir a buscar.

"Pero yo vivo en el centro. Y el centro ahora está... inaccesible.

"Los fanáticos se han apoderado de él.

-¿Los fanáticos? ¿Qué es eso? -inquiere Eleazar rápidamente.

Los fanáticos -responde Freddy, como si no fuera obvio-. Fanáticos religiosos. Se están apoderando de todo.

Esa fue la primera vez que escuchamos hablar sobre los fanáticos.

APOCALIPSIS 1:1 LA CORTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora