🖤La Deuda🩰

🖤Capitulo 5🩰

Desde ya digo que con Tomioka empezamos fuerte, yo lo había dicho en el capítulo pasado.

Así que no acepto queja.

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Tomioka

Pense que verla esa vez hace dos semanas ayudaría a poder sacarme la de la cabeza.

Gran error...

Eran sus ojos morados y sus delicadas facciones de muñeca de porcelana lo que hacen que no salga de mi cabeza.

Esto ya había superado los límites de mi cordura, sabía ya todo de ella absolutamente.

Era una maldita obsesión.

Y lo sabía porque no he hecho otra cosa más que observarla en silencio, como un puto acosador, ejemplo:

*Verla en sus clases de ballet.

*Comiendo en una cafetería con su amiga.

*Leyendo en la biblioteca.

Eran pequeñas cosas de su día a dia que la he visto hacer estás semanas desde que la vi en el teatro en el show de ballet que había tenido.

Recuerdo su delicada y dulce voz leyendo en la biblioteca y de la ciudad sin ninguna preocupación y con tanto amor por la lectura a igual que sus ojos violetas iluminados leyendo cada párrafo de un libro.

Carajo, ahora de verdad estoy jodiendo.

Me conozco perfectamente, cuando se me mete algo en la cabeza no descanso hasta sacarme lo, siempre obtengo lo que quiero sin importar el costo elimino todo lo que me estorba con tal de tenerlo en mis manos.

Y ahora... Maldición no puedo decirlo sin sentirme enfermo y asqueado de mi mismo por el hecho de que me fije en un ser inocente que no tiene nada absolutamente nada que ver en mi mundo de mierda.

Era llevarla a la cueva del lobo, fijarme en ella es un error porque solo la condenaría a una vida llena de peligros y riesgos dónde podría salir lastima o peor muerta.

Eso último me revolvió el estómago.

Maldición, no podía evitar sentirme asqueado de mi mismo por ese hecho, tiene dos años más que mi hermana.

Maldita la hora en que casi la atropellan y maldita la hora también cuando choco conmigo esa noche en la discoteca.

—¿Lo hago bien?

La pregunta de la castaña arrodilla en mis muslos me saca de mis pensamientos.

No respondo solo tomo su cabeza hundiendo me más en su boca hasta que mi polla toca el fondo de su garganta.

Exhaló al sentir como succiona con las mejillas, los ojos verdes se cristalizan por el tamaño y la profundidad de mi polla en su garganta.

Mi maldito y ahora enfermo cerebro hace que los ojos verdes pasan a morados.

Oh no...