♔ Capítulo XX ♔

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KATRINA


—¿Has estado muy callada? —habla Emiliano observando cauteloso. 

—Ese malnacido casi asesina a mi hermano. 

—Por suerte está bien. —toma mis manos. —lo solucionaremos. 

Mis ojos van al hombre que me conmueve casi ayudándome a olvidar su traición, decido pasar por alto la sed de venganza que me invade ya que en este momento solo siento preocupación por Masimiliam, de toda mi familia es el único que se ha mantenido al margen de los negocios familiares. 

—Fue horrible estar viendo la carrera y ver como el auto de mi hermano se chocó y quedó inconsciente. —sollozo. 

—Tranquila amor, lo solucionaremos.

—En cuanto me asegure de que Masi está bien tomaré medidas. 

Mi padre aparece y me abraza con fuerza al igual que mamá quien tiene una cara de odio al mundo que no puede evitar. La observo por minutos y agradezco al cielo que sea doctora y pueda estar al pendiente de mi hermano 

—Está bien, por suerte no sufrió heridas graves salvo una lesión en la pierna derecha qué se curará con yeso por un par de semanas. —Asiento. —Lo importante aquí es saber que está pasando, todos sabemos que esto no fue por casualidad. 

—Marcello Lombardi ha intentado lastimarme desde hace años, lo tenía bajo control hasta ahora. 

Mis padres dan un paso atrás escuchándome. Papá no tarda en comenzar con su discurso y expresar su molestia porque los he mantenido fuera de esto y no he corrido bajo su brazo para que me proteja. 

—¿Estás loca? Ese maldito casi acaba con Masimiliam y lo hará contigo si no permites que te ayude. —grita furioso. —Iré a buscarlo y traeré su cabeza conmigo. 

—Papá lo tengo bajo control.

—¿Bajo control? Por dios mi hijo casi muere. ¿Qué intentas demostrar?

Suspiro y quizá soy más grosera de lo que quería pero necesito que deje de verme como una damisela en peligro o una maldita niña imprudente que se toma todo como un juego. 

—¡Soy Zakharova! —subo la voz. 

—Eso no es garantía de nada. —gruñe el presidente. —Mira como quedaron todas esas malditas perras, acabadas y derrotadas porque creían que tenían el mundo a sus pies.

—No todas, una de ellas logró conquistarte, a ti que eres el diablo de Dusmurk, el intocable, el invendible. —le doy una mirada fija. —Mírame, soy el resultado de como te domino y te hizo amarla volviéndose una mujer imparable no por su belleza sino por su inteligencia y letalidad. —continuó —Me hago llamar Zakharova en nuestro mundo oscuro porque yo tengo la sangre de Kätharina Zakharova la única e inigualable, una mujer que sola acabó dominando un país y que defiende a su familia como una víbora venenosa. 

—Katrina…

—Estoy orgullosa de mi apellido materno por mi madre, no por su familia que se dejó derrotar. Mi Zakharova es en honor a mi madre, a la mujer que dejó de verme como una niña y me ha apoyado ciegamente dejando que me enfrente al mundo.

Los ojos de mi padre van hacia mi mamá que nos observa como siempre regia con la cabeza en alto y los brazos sobre su pecho. Una sonrisa sale de sus labios y sube los hombros antes de hablar tranquila. 

—Es una Boss Zakharova, hija del diablo y su tempestad, nieta del destripador. —camina hacia mí y me abraza por los hombros. —Físicamente es idéntica a mi pero en su mirada puedes ver que heredó tu fuerza e inteligencia. 

ZAKHAROVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora