Nervios.

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Narrador omnisciente.

Después de tan acalorada confortación, Osvaldo no dudó ni un segundo en salir huyendo del escenario, escondiéndose detrás de las paredes, al igual que su contrincante, aunque este último, prefirió despedirse del público antes de irse.

Con rapidez, el mexicano sacó su teléfono para poder pedir un Uber que lo llevara directo a su hotel, pues lo último que quería, era estar ahí dentro tres o cuatro horas extra; horas que definitivamente quizás aprovecharía para dormir cómo un puto bebé.
Entonces, ¿por qué quedarse?

Por su parte, Ibai no pudo evitar preocuparse un poco por la actitud de ambos participantes, jamás había visto una situación similar en los anteriores “Cara a Cara”, ningún participante le había hecho "ojitos" al otro, oh, vaya, esto era nuevo.

La curiosidad mata al gato, así que aquel hombre no dudó demasiado en ponerse de pie, pidiéndole disculpas al público, y a su vez, anunciando un corte comercial. ¿Tan siquiera eso estaba permitido?
El chisme lleva a las mejores personas a los peores caminos.

Emprendió un corto camino, siguiéndole los pasos a Mariana, al cuál realmente no tardó mucho en encontrar, puesto que su Uber (por mera fortuna) no había llegado aún.

El de lentes realmente no se esperó que su compañero.. de trabajo..? O lo que fuera, estuviera ahí, ¿Cuándo llegó hasta él? ¿por qué? se cuestionó internamente, ni siquiera había escuchado sus pasos! ¿o era que en realidad disoció por un buen rato?
Un espasmo de sorpresa recorre su cuerpo, obligándolo a retroceder un par de pasos.

El español "mayor" ríe ante la reacción, e intenta mostrar su apoyo con un vago intento de un abrazo.
Ibai parecía haber entendido la situación, o al menos notó algo extraño, y por supuesto, hizo hincapié en sus notables nervios.

— “¿Te preocupa el combate?”

Cuestionó.

“No.. yo-” —

Tartamudeó, puesto que ni él tenía una respuesta concisa.

— “Aún tienes tiempo para pensarlo, Osvaldo. Puedes renunciar si así lo deseas.”

De que quería hacerlo, quería, pero, sabía que no sería aceptable para sus amigos, y tal vez.. tampoco para su ego relativamente frágil.
¿Cederle la victoria a un español?
Primero muerto.

“No te preocupes, solo me puse un poquillo nervioso, nada malo. Ahí nos vidrios.” —

Añadió, al menos antes de escuchar el sonido del claxon de un automóvil ser tocado, y en la creencia de que posiblemente sería su Uber, se despide (de mejor manera) una vez más, proporcionando unas palmaditas en la espalda del castaño más bajo.

— “Si está bien de sus facultades mentales, ¿cierto?”

La voz repentina terminó por sorprender hasta al mismo Ibai, que se giró, solo para encontrarse con Plex.
El hombre lo miraba extrañado, casi incómodo. ¿Desde cuándo estaba ahí? Vaya.. es sigiloso. Lo que te esperabas de alguien que estaba preparándose casi cómo si se fuera a enfrentar contra el mismísimo Mike Tyson.

“Y a tí te han enseñado los modales básicos?”

Replicó Llanos, ganándose una mala mirada por parte del azabache ajeno, a la cuál solo respondió simplemente encogiéndose de hombros.

— “Ah, mierda, el público.”

Recordó virando los ojos, a veces verdaderamente se olvidaba de sus responsabilidades.
Hay un breve silencio entre ambos.

— “Ehh.. ¿Plex?”

“¿Sí?" —



— “¿Crees que puedas intentar ser un poco más amable con Mariana.. la próxima vez?”

De que hablas, tío? A penas hemos cruzado palabras. Soy su contrincante, no su amigo.” —

“Lo sé.”

Aunque.. existe una posibilidad.
Una pequeña posibilidad.
No, ¿en qué estaba pensando? iban a enfrentarse, sí quisiera ser su amigo simplemente le hubiera pedido una colaboración y ya.




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𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐎𝐊      ★     𝗣𝗟𝗘𝗫𝗥𝗜𝗔𝗡𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora