El Rey Del Inframundo

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-No entiendo

-Estas multiplicando por cero

-Oh

Izuku empezo a borrar su ejercicio mientras Shouta a su lado miraba como Inko llegaba de trabajar

-¡Bienvenida a casa Mamá!

-Hola Inko

-Es bueno estar de vuelta ¿Que hacen?

-¡Estudiar!

Inko sonrio dejando sus cosas de lado

-Valla, eso es genial ¿Como vas?

-Dificil

Murmuro el pequeño derritiendose en su lugar, peobocando una risa de su madre, quien despues miro al gato con una pregunta silenciosa

-Es realmente bueno, estas multiplicaciones deberian aprenderlas el proximo año y el ya las entiende

-Wow, eso es mi pequeño niño inteligente

Arrullo la madre mientras Izuku avergonzado se reia

Aizawa asintio bostezando, muchas cosas habian pasado desde que se enteraron de que Izuku no tenia peculiaridades, desde el bulling, los insultos, el despido de Inko, la mudansa, y que Izuku ya no fuera a la escuela

Actualmente el niño ya tenia 10 años, seguia siendo pequeño y adorable, pero solo el y la madre del niño sabian lo fuerte que se habia vuelto debido a el entrenamiento que Shouta ejercio sobre el niño como una forma de distraerlo sobre lo que pasaba a su alrededor

Gracias a sus poderes, y a un idiota que hizo un trato con el hace ya bastante tiempo y por ende le debia un fabor, consigio que Inko tuviera trabajo nuevamente y con una mejor paga con menos trabajo

La suerte de ser el diablo (Si se lo preguntan, si, los niños que molestaron a Izuku ahora tenian una maldicion)

Izuku ya no iba a la escuela, no importaba que tantas maldiciones colocara sobre los que molestaran a su niño, el abuso y las malas miradas serian una constante en su vida diaria y tampoco queria aislarlo por completo, ni sobre protegerlo. Aunque por ahora estudiaba en casa con su ayuda, el era alguien muy inteligente y poseia un gran conocimiento, que de cierta forma aterradora, Izuku absorbia con bastante facilidad

-¿Que tal si se toman un descanso y salen a caminar mientras termino de hacer la comida?

-¡Si!

-Bien

Shouta se estiro y cuando Izuku se inclino, el subio a sus hombros recostandose comodamente

Inko rio y los despidio mientras iba a la cocina