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Capítulo 01Primer encuentro

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Capítulo 01
Primer encuentro.



Alina.

Empujo la puerta de madera escuchando la campanilla que avisa mi llegada, el calor del interior me eriza la piel ante el cambio de clima. Las meseras me sonríen cuando pasan a mi lado y me quito la cazadora.

Me adentro más dando con la figura femenina que me recive murmurando un buenos días.

—No te habías aparecido por estos lados. — sonrió a la mujer de cabello blanco tras el mostrador

—Tuve mucho trabajo.

—Claro. — asiente — Toma asiento, ya sabes cual es tu mesa. Chloe te llevará tu pedido. — señala a la rubia y me giro siguiendo lo indicado

—Gracias, Sara.

La mesa de madera oscura, pegada a la ventana me recive, dejó la prenda a mi lado, acaricio mi hombro derecho y logro ver la marca violeta, frunzo los labios y suelto mi cabello buscando cubrirlo cuando no tarda en acercarse la mesera.

—Cafe caliente sin azúcar, endulzado con vainilla y con poca leche. — deja la taza frente a mi — Y una deliciosa galleta de Red velvet, con nuestra nueva receta. — de  las bolsas de su mandil saca un par de servilletas

—Gracias, Chloe.

—No hay de que. — sonrie y se va a paso rápido cuando la llaman.

Tomo la taza humeante, el aroma golpea mi nariz y de inmediato mi cuerpo se relaja, soplo un poco y cuando estoy por tomar, logro ver el reflejo en mi reloj de una persona que llama mi atención. Esta al otro lado de la calle, miro de reojo y no logro darle forma a la cara.

Junto los labios, reprimiendo una mueca. Tomo del café y lo dejo en la mesa, parto la galleta y finjo tirar un poco sobre mis piernas.

—Carajo. — limpio un poco y giro con la mirada puesta en la servilleta, busco en mi chaqueta el movil pero finjo sacarle boronas.

Logro captar el movimiento y llevo mis ojos a la figura que se aleja perdiéndose entre la gente.

Me levanto, doy pasos lentos tomando mis cosas, vuelvo a colocarme la cazadora y guardo lo que queda de la galleta en mi bolsillo, dejó la taza en el mostrador y espero.

—¿Te vas tan pronto? — Sara aparece, frunce el ceño y yo asiento sacando los billetes necesarios para pagar.

—Lamentablemente.

—Espero verte luego, Alina. — le sonrió y me alejo un par de paso.

—Nos vemos, Sara. — me despido y salgo sintiendo el frío en los huesos tan pronto cruzo la puerta.

Cuando comienzo a caminar entre los montones de gente la sensación de comezón en la nuca que me a acompañado los últimos días me cambia el humor. Suspiro y apresuró mi paso.

Mi telefono vibra y contestó la llamada cuando reconozco el número.

Buen día, señorita.

— Un gusto escucharte, John.

Su tía me ordeno informarle sobre la transferencia a su cuenta, debió de llegarle un mensaje con la cantidad de este mes.

Tuerzo los ojos.

—Muchas gracias, la llamare en cuanto pueda. — detengo mi caminar, la pequeña tienda de víveres esta abierta.

Ambos sabemos, que eso es mentira.

— Si, pero no creo que le moleste.

Entro a la tienda, la encargada me mira y vuelve la atención a su libreta, camino por los pasillos tambolineando los dedos en el marco del teléfono.

Como siempre es un placer hablar con usted, sin embargo tengo que retirarme.

—Hablamos luego, John.

Adiós, señorita. — cuelga, y miro la hora en la pantalla, bloqueo el móvil antes de guardarlo.

《 Ya es medio día 》

Tomo un par de bolsas de frituras, compro chucherías y tan pronto pago abro trato de salir, pero se me atraviesan, deteniendome.

—Lo siento. Iba a pasar, no te vi.

No respondo, rodeo a la persona y me apresuró a irme.

El camino a mi departamento es largo tomando en cuenta que preferí caminar a traer el auto. Termino la galleta de la cafetería, incluso abro un paquete de gomitas.  Cruzo la calle entrando al edificio, subo al elevados y me sacudo las manos antes de buscar mis llaves. Ya en mi piso, quito las capas de ropa dejándolas bajo mi brazo, el pasillo esta poco iluminado y quito el seguro de la puerta.

Me detengo, todo dentro esta oscuro y voy directamente a la cocina dejando la ropa sobre la encimera, abro el refri y saco una botella de agua. Me inclino abriendo los gabinetes y tomo lo que buscaba.

Escucho el sonido que se acerca y giro dejando el cañón del arma a un par de metros de la persona que se detiene en seco, mirándome.

—¿Quien mierda eres?








 I would die for you  ♡ Richard Grayson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora