Los cazadores de sirenas

Capitulo 25

Mathew

🫧Un premio razonable🫧

Me sentí molesto al escuchar como la madre de Nerida tenía tanto cuidado cuando estaba conmigo,que ella se había casado con un humano.

—Discúlpeme que me entrometa,pero me parece una falta de respeto que me haya tenido desconfianza en el principio,sabiendo que usted estuvo con un humano como yo,o me equivoco?

La reina me mira con tensión,y responde.

—Si,no te equivocas. —Responde,haciendo contacto visual.—Pero la razón,es que no quiero que ella tenga la culpa que tú hayas tenido que abandonar tu vida para estar con ella.

—-Vida?—Comienzo a reírme—Usted cree que tengo una vida? Mis hermanos me traicionaron,y intentaron matarme con mi tío!se supone que ellos son mi familia y parecían perros peleando por un hueso!

Se me quedó mirando,abriendo sus ojos y sin palabras.

—Cree...que esto es fácil para mí? Lo único que no me arrepiento es el haber conocido a Nerida,y ahora que estoy aquí,hablando con usted,quiero...quiero su permiso y el de toda su familia,no me importa cuantos tenga que conocer,que partes tenga que cambiar o que misiones tenga que lograr.

—-Solo...quiero tener algo bueno en mi vida de una vez.—terminó,doliéndome la cabeza.

Nerida se acercó hacia mí,y puso su mano en mi hombro.

—Matt?—Susurro,y al verla,veo sus mejillas coloradas.

Se me fueron las palabras de la boca,al darme cuenta que eh dicho todo eso sin pensarlo,estando ella presente.

Siento mis cachetes calientes,y la miro,sintiéndome avergonzado.

Su madre se quedó callada,y me dio la espalda.

—Hoy haré una celebración por nuestro avance...allí tendrás la oportunidad de conocer a nuestra familia,si haces que les caigas bien a cada una de mis hijas,te daré un regalo por salvar a mi heredera,allí podrás decirme esto que me estás diciendo,y te diré que tendrás que hacer,frente a todo el pueblo.

Para luego,abandonar la habitación.

Las sirvientas se quedaron con la boca abierta,sin creerlo.

Nerida me mira de nuevo,perpleja.

—Eso que fue?un si o un no?—Le preguntó rápidamente,confundido

Ella sigue mirando la puerta donde desapareció su madre,para luego solo susurrar.

—Acaba de darnos su permiso. —Termina de hablar,sin poder creerlo.

Rápidamente,abrazo a Nerida y comienzo darle vueltas por la habitación,sin importarme el dolor del cuerpo,y levantándola como si fuera una pluma.

Nerida me abraza,comenzando a reírse,su risa es muy contagiosa,y acaricio su cabello al parar,sonriendo de oreja a oreja.

—No pensé que fuera tan fácil! —Le digo,sintiéndome feliz y comenzando a reírme.