𝟎𝟎𝟑─ 𝐰𝐞𝐢𝐫𝐝 𝐥𝐚𝐮𝐠𝐡

69 9 3
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El viaje en tren estaba algo silencioso pero no incómodo, Mags sería la mentora de ambos amigos, quien se encontraba sentada junto Daphne

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El viaje en tren estaba algo silencioso pero no incómodo, Mags sería la mentora de ambos amigos, quien se encontraba sentada junto Daphne.

Finnick se encontraba demasiado pensativo, cosa que tenía un poco preocupada a Daphne, sin embargo, los tres comieron el banquete preparado y se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

Su frente estaba completamente sudada, se sentó rápidamente en su cama pues las pesadillas no la dejaban dormir, siempre eran los gritos de su madre, o el rostro de la chica del distrito 3 quien fue asesinada por ella misma. No se molesto en ponerse calzado y deseo tanto estar en su distrito para poder ir a esa roca en el mar que tanto le gustaba, pero no estaba en casa, sin embargo, el rubio si se encontraba ahí, así que sin pensarlo mucho, se dirigió a la habitación del joven y abrió la puerta para encontrarlo recostado aún con los ojos abiertos.

El chico giró su cabeza sin levantarse, al ver a la joven una sonrisa se formo en sus labios y espero a que Daphne se acercara por si sola, cosa que no tardo demasiado, se metió entre las sábanas y coloco su cabeza en el pecho del rubio, mientras el último la rodeaba con su brazo.

—Nunca me dijiste que hacías afuera en la tormenta el día que mi madre falleció—habló la pelirroja volteando hacia arriba para observar al rubio, quien sonrío, la miro por unos segundos y respondió:

—La tormenta no me dejaba dormir, así que mejor me dedique a leer un libro en la sala de mi casa, pero no podía evitar mirar las luces prendidas de tu hogar, ya que era raro pues ustedes siempre las tenían apagadas a esas horas, justo después, saliste a toda prisa de tu casa en medio de la tormenta, cosa que me sorprendió mucho, no lo pensé ni dos segundos cuando ya me encontraba afuera de mi casa corriendo rápidamente en tu dirección—hablaba el joven mientras Daphne le ponía toda su atención, pero no podía evitar distraerse en los ojos de Finnick, esos ojos color verde que le encantaba mirar, y sus pestañas que quedan tan bien con sus ojos, sus labios, todo de el era perfecto.

—Finalmente te alcance, y ya sabes el resto—finalizó de hablar el rubio y Daphne sonrió, en verdad la forma en la que Finnick la hacía sentir querida, le fascinaba.

Dᴜsᴛ ɪɴ ᴛʜᴇ Wɪɴᴅ ᶠᴵᴺᴺᴵᶜᴷ ᴼᴰᴬᴵᴿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora