Al llegar a la escuela Will y su bola de secuaces venían saliendo por la puerta principal, saludando y bromeando con todos como de costumbre, no entiendo por qué los alumnos de la escuela tenemos que estar clasificados en los más populares, los atléticos, las zorras que se acuestan con los más populares y los atléticos, los intelectuales, los góticos, los inadaptados, los rechazados y, yo en el grupo de los invisibles.
Intenté robar su atención dejando caer mis cuadernos como en la típica película boba de romance dónde el chico guapo y popular los junta por ti y se enamoran al hacer contacto visual y lo logré, pero no de la manera que yo esperaba; Louis, uno de sus amigos volteo y dijo:
- ¿Qué nos ves maldito maricón afeminado? Acercándose a mí y alzando su puño de forma amenazante.
Me agaché a juntar mis cuadernos sin decir una palabra, estaba rojo de vergüenza y coraje a la vez, toda la atención de los alumnos estaba enfocada en mí, unos reían, otros murmuraban, recordé por el cual me gusta ser invisible y pasar desapercibido de éstas situaciones.
Tenía tantas ideas y respuestas para ese estúpido homofóbico pero no sabía organizarlas para contestar. Escuché a Will decirle que callara y se apartara de mí, en ese momento pude verlo como mi héroe, pero él no estaba defendiéndome, simplemente quería hacer el trabajo por sí mismo y humillarme frente a todos.
Escupió mi cara diciendo que estaba harto de que lo observara todo el tiempo, que me tenía asco, que las personas como yo merecíamos estar muertas. ¿Qué más podía esperar de un heterosexual homofóbico?
..Simplemente me puse a llorar.
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Pandemónium
Teen Fiction¿Las razones del cambio? Muchas, y algunas de ellas pueden ser muy poderosas... Christ Wytte, la noche antes de su cumpleaños número 18 descubre un anillo mágico en el cuarto abandonado de su madre. La vida de Christ dará un giro inesperado y se las...
